Los juristas Teresa Freixes y Luis López Guerra fueron reconocidos por la Academia de Ciencias Sociales y Humanidades de Castilla-La Mancha. Ambos catedráticos recibieron sendos premios otorgados por la sección de jurisprudencia y legislación de la institución científica. El acto, presidido por Luis Arroyo, responsable de la entidad académica, se celebró en la iglesia de San Pedro Mártir.
Freixes apuesta por la formación de los ciudadanos, sujetos «informados, libres y conscientes» según el idea proyectado. La petición de la especialista en derecho constitucional y derecho europeo señala la presencia latente de «temas complejos» que recorren España y la Unión Europea.
En el caso doméstico, la vigencia de la Carta Magna se adivina como una de las cuestiones abiertas. Freixes enumera las «muy limitadas» reformas que se han hecho al texto de 1978, hasta tres. Además, esboza los posibles cambios sobre los que se advierte una potencial conformidad, tales la sucesión a la Corona, el papel del Senado o la inclusión de un listado con la denominación de las comunidades autónomas. «Las constituciones que tienen voluntad de permanencia se adaptan a los cambios necesarios», proclama.
En cualquier caso, Freixes vindica la vigencia de la norma fundamental, la primera de la historia española en ser refrendada por el conjunto de los ciudadanos. «Me da coraje que se intente desprestigiar y destruir ese legado», insiste.
Los efectos del proceso separatista en Cataluña fueron otra de las alusiones durante el discurso de Freixes. La catedrática, leridana de nacimiento, se retrotrajo a la manifestación celebrada en Barcelona -en julio de 2010- contra la sentencia del Tribunal Constitucional que recortó algunos preceptos incluidos en el Estatuto de Autonomía. La investigadora rechaza la intención implícita del Estatuto de 2006 «de rebasar la Constitución para que después esta se tuviera que adaptar al Estatuto».
Más allá de las fronteras nacionales, Freixes, quien trabaja en la elaboración de un Estatuto de Ciudadanía Europea, alude a la guerra de Ucrania o los movimientos migratorios como dos de las cuestiones comunitarias más acuciantes. Pide a la Comisión Europea un papel más proactivo en Sicilia o Canarias, dos regiones meridionales que han de gestionar llegadas masivas.
Por su parte, López Guerra remarca la importancia de la técnica en el ejercicio jurídica y llama a una aplicación correcta de las herramientas en los diferentes procedimientos. Además, rememora el deseo de cambio de su generación, la de la Transición, y observa una presencia creciente de jueces, en vez de profesores, en el Tribunal Constitucional.