Un fonendoscopio que no entiende de fronteras

Manu Reina
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La joven médico conquense Sofía Barambio Buendía atiende en Camerún a cientos de pacientes durante tres semanas, una experiencia que asegura que le «va a marcar toda la vida»

Un fonendoscopio que no entiende de fronteras - Foto: Sofía Barambio

En su cuello cuelga siempre su preciado fonendoscopio, no se quita la bata blanca casi nunca y tampoco es capaz de borrar de su cara una sonrisa de oreja a oreja. Tiene la vocación médica por bandera y derriba cualquier barrera que le impida atender a todo paciente. Además, siempre está dispuesta a marcharse hasta el lugar más recóndito del planeta con el fin de ayudar al prójimo, mucho más si se trata de una población que apenas tiene acceso a la sanidad y cuyas opciones de vida se reducen. Así es Sofía Barambio Buendía, una médico conquense residente de 28 años que ha regresado recientemente de Rey Bouba, una población rural de Camerún de apenas 2.000 habitantes situada a dos días y medio de viaje desde Madrid, donde ha ejercido de forma voluntaria durante tres semanas. Un tiempo más que necesario para vivir una realidad diferente a la que se vive en España.

Barambio, que formó parte de la última expedición semestral que realizó la Fundación Mayo-Rey en este año, reconoce que esta experiencia «me va a marcar para toda la vida» y recalca que «supone un antes y un después» en su carrera profesional. Esta joven partió hacia la región camerunesa junto a nueve sanitarios más, con el objetivo de participar en dos proyectos: el primero de ellos para pasar consulta de medicina familiar y el segundo para llevar a cabo una iniciativa comunitaria formativa dirigida a niñas adolescentes. «Es muy necesario llevar a cabo estas acciones en estas zonas, ya que el acceso a la sanidad es muy caro y la formación que tienen es muy poca», señala. 

En su estancia, que se prolongó del 3 al 26 de junio, tuvo que afrontar «dilemas morales» y recibir a un número incontable de pacientes, que llegaban a partir de las nueve de la mañana al único hospital de la zona creado hace dos décadas por el pediatra burgalés Emilio Sastre. Barambio explica que no había hora de cierre, aunque en horario nocturno disminuía el trabajo. La mayoría de casos tenían un denominador común: la malaria. Además, muchos ciudadanos padecían fiebres y parásitos intestinales, cuyos casos tenían que ser examinados en laboratorio antes de dar un diagnóstico. Además, «muchos» adolescentes llegaban a las puertas del centro de salud con graves heridas tras sufrir accidentes de tráfico con motocicletas. En estos últimos casos, «teníamos que decidir entre todos si finalmente amputábamos la pierna», todo ello en un quirófano donde tuvieron que intervenir en varias ocasiones. 

Sofía Barambio Buendía (izquierda) espera en consulta junto a dos compañeras.Sofía Barambio Buendía (izquierda) espera en consulta junto a dos compañeras. - Foto: Sofía Barambio

Prevención. Pero no solo es necesario curar, sino también prevenir. De ahí que Sofía Barambio y sus compañeros sanitarios (un anestesista, tres enfermeras, dos cirujanas, una pediatra y tres médicos de familia) informaran y educaran a mujeres sobre la preparación del embarazo o la utilidad de los métodos anticonceptivos, entre otras cuestiones relacionadas con la educación sexual. Y es que es un tema muy importante, mucho más en una población dominada por la figura del hombre y donde la mujer queda relegada a un segundo plano, por desgracia. «Es muy necesario e interesante impartir y compartir momentos con las mujeres de Rey Bouba», afirma la conquense. 

También hubo tiempo para compartir tradiciones y aspectos culturales entre sanitarios y pacientes. Eso hizo que la relación fuera «muy cercana» desde el primer momento. Tanto es así que «creamos un vínculo muy fuerte» y «comprobamos que estas personas son muy felices con muy poco, que es algo que me sorprendió mucho», reconoce.

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La joven conquense Sofía Barambio (d) comparte momentos inolvidables junto a mujeres de la población Rey Bouba.
La joven conquense Sofía Barambio (d) comparte momentos inolvidables junto a mujeres de la población Rey Bouba. - Foto: Sofía Barambio
Las sanitarias imparten a mujeres información sobre educación sexual.
Las sanitarias imparten a mujeres información sobre educación sexual. - Foto: Sofía Barambio

El equipo realizó finalmente en tres semanas un total de 152 consultas de medicina general, 65 de pediatría, 25 de cirugía, 19 de intervención quirúrgica y 23 de anestesia. Ese es el balance de un solidario y entregado grupo formado por estos diez sanitarios –nueve mujeres y un hombre– que se ha ganado el corazón de los habitantes de Rey Bouba, entre los que se encuentra Sofía Barambio Buendía, que es una médica muy joven que crece profesionalmente a pasos agigantados y que recomienda «a cualquier sanitario a que lleve a cabo esta experiencia». Entre otras cosas, porque un fonendoscopio no tiene fronteras.