Círculo de Arte pide que se anule un desistimiento «irregular»

Á. de la Paz
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La asociación que gestiona la iglesia de San Vicente afea por «ideológica» la decisión del bipartito, una iniciativa que creen que tampoco respaldan los criterios técnicos aducidos. «Los talibanes de Toledo han accedido al Ayuntamiento», dice Barredo

Fernando Barredo es el presidente de la asociación Círculo de Arte - Foto: Víctor Ballesteros

La asociación Círculo de Arte califica como «irregular» la decisión del Ayuntamiento de Toledo de paralizar la licitación del contrato de gestión y explotación de la antigua iglesia de San Vicente, un espacio sobre el que la institución cultural ha regido desde 2002. La entidad afectada, única que se postulaba al contrato quinquenal con la administración municipal, tilda de «chapuza integral» la fórmula utilizada por el equipo de Gobierno para detener el proceso público de adjudicación del inmueble.

El Ayuntamiento alude a «la necesidad de efectuar un examen, estudio y análisis de las particularidades del inmueble», una revisión que aborde las «exigencias constructivas, así como en mantenimiento y rehabilitación» del antiguo templo. Desde Círculo de Arte descartan «grietas o peligros potenciales» en la estructura del inmueble y refieren como «excusa» el argumento ofrecido por el bipartito. La institución cultural cree que la crisis desatada en las últimas 48 horas responde a un decisión ideológica y descarta el trasfondo técnico al que se aferra el Consistorio.

«Los talibanes de Toledo han accedido al Ayuntamiento», asegura Fernando Barredo, presidente de la asociación. El máximo responsable de la entidad gestora señala las conexiones de varios concejales y altos cargos del nuevo equipo de Gobierno con el Opus Dei y lamenta la influencia que este poder no elegido por los ciudadanos pueda estar desempeñando en el Ejecutivo municipal recién formado.

Barredo cuenta que hace algo más de una semana mantuvo una reunión con Ana Pérez, teniente de alcalde y edil de Cultura y Patrimonio. En este encuentro, según el representante de Círculo de Arte, el equipo de Gobierno remarcó su apoyo a la iniciativa que desde hace dos décadas se desarrolla en San Vicente. «Me dijeron que ellos piensan que lo que funciona no hay que cambiarlo». Sin embargo, pocos días después, conoció la decisión del Ayuntamiento de paralizar el proceso de adjudicación para el que su institución era la única candidata.

En Círculo de Arte critican la fórmula empleada para demorar la firma del vínculo contractual. «La razón para desistir no es justificable», subraya Barredo. Además, la asociación arguye que de caber algún riesgo estructural o arquitectónica, posibilidad que sus propios informes niegan, sí cabría «una suspensión, pero en ningún caso el desistimiento».

La paralización del contrato abre la vía a otra posibilidad lesiva para Círculo de Arte en el futuro. «Si sale otra licitación podría presentarse algún colectivo afín o alguna entidad creada ad hoc que, además, sabrían lo que hemos planteado nosotros; eso nos pone en desventaja», razona Barredo.

FUTURO. En las últimas horas se ha producido una «llamada amable» entre el Ayuntamiento y Círculo de Arte, una toma de contacto en la que Barredo ha solicitado la celebración de una nueva Junta de Gobierno que «anule el desistimiento». La «salida» que la asociación esboza supondría la extensión del acuerdo entre ambas partes durante cinco años más.

Más allá de la negociación abierta entre las dos partes en liza, la primera vía que contempla Círculo de Arte para revertir la decisión consistorial es la administrativa. El Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales es el organismo que se haría cargo del asunto dada la condición de bien patrimonial del espacio de San Vicente. La segunda posibilidad es la judicial, un itinerario que Barredo no descarta, aunque preferiría no tener que alcanzar. «Nos lo planteamos todo, pero sería un proceso que podría demorarse durante años y que muy probablemente le tocaría pagar a otra Corporación». Entretanto, mantendrán la «vía mediática» y cualquier acción en la calle. «Somos luchadores».

Barredo reclama la importancia de la colaboración entre su institución y los representantes políticos sin menoscabo de su filiación o siglas. Recuerda que el periplo de Círculo de Arte se inició en 1998, en la Posada de la Hermandad, con el popular Agustín Conde como alcalde. La aventura continuó, a partir de 2002 y ya en San Vicente, con José Manuel Molina de regidor, también del PP. «No quiero esta guerra en la ciudad: tengo mi ideología, pero me he encargado de que Círculo de Arte no la tenga. Queremos que vengan los gobiernos que vengan esta zona de encuentro quede garantizada», proclama.

El activista cultural reivindica «el legado patrimonial» que iniciativas como la que dirige dejarán a la ciudad y defiende el espíritu «de libre expresión» que la ha caracterizado en el último cuarto de siglo. «Somos el mejor centro cultural y el espacio de mayor libertad y creatividad de la historia de Toledo», remacha.

Asimismo, muestra su interés en favor de la capitalidad europea de la cultura para 2030, un afán al que espera contribuir desde Círculo de Arte a través de la «colaboración» con la Administración con la que ahora se enfrentan.