«Félix Urabayen fue un panegirista extremado de Toledo, pero, al mismo tiempo, señaló los defectos de esta ciudad porque la amó apasionadamente». Esta doble condición del escritor navarro, a quien la Biblioteca de Castilla-La Mancha recuerda en un amplio ciclo de conferencias, ‘Urabayen y Toledo: rescate y recuerdo’, es la misma que, para el escritor y periodista MarianoCalvo, llevó al gran escritor a formar parte de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo y a criticar a esta institución, acusándola de inmovilista, siempre que lo estimaba necesario. «Formó parte de ese sector de la elite culta y regeneracionista que, en lugar de dulcificar la situación de Toledo, se alió con la crítica para destacarla. No fue el único que pensó en estos términos sobre Toledo, en absoluto, pero sí quien pudo plasmar sus ideas de manera perdurable y con mayor talento literario».
‘Urabayen, el cronista de la ciudad dormida’, fue la conferencia con la que MarianoCalvo procuró sintetizar la sociedad cultural toledana durante las dos décadas anteriores a la Guerra Civil: «la vida ciudadana de los casinos, de las plazas, los marcos de desenvolvimiento ciudadano de los que Urabayen fue testigo y que plasmó en sus novelas». El conferenciante, que ha dedicado buena parte de sus esfuerzos como escritor y periodista a los literatos del Siglo de Oro -se da la circunstancia, apuntada por el organizador del ciclo de conferencias, Jesús Fuentes, de que MarianoCalvo obtuvo el Premio Félix Urabayen de Novela, organizado por el Ayuntamiento de Toledo, en 1996-, destacó «el gran bagaje cultural del escritor y su pormenorizado conocimiento de la ciudad como ente vivo».
El ciclo ‘Urabayen y Toledo: rescate y recuerdo’ proseguirá el próximo lunes con una nueva conferencia a cargo de otro periodista y escritor, en esta ocasión Enrique Sánchez Lubián, quien centrará su testimonio en la novela Don Amor volvió a Toledo.
Cada vez es más demandada una reedición de sus libros toledanos. «Es un pecado mortal que quienes deseamos conocer de primera mano a Félix Urabayen tengamos que hacerlo a través de Internet y el mercado de libros de segunda mano». Mariano Calvo se hizo eco durante su conferencia de la necesidad de reeditar las obras del escritor navarro más estrechamente relacionadas con esta ciudad, es decir, la trilogía formada por Toledo: Piedad (publicada en 1920, con una segunda edición en 1925), Toledo la despojada (1924) y Don Amor volvió a Toledo (1936). «Si no sus obras completas, que sería lo ideal, creo que al menos estas tres novelas deberían haber sido reeditadas hace ya muchos años». Esta iniciativa, que la semana pasada fue planteada ya por el principal biógrafo de Félix Urabayen, el filólogo y ateneísta Juan José Fernández Delgado, sería bien recibida por los lectores toledanos del siglo XXI. Un buen indicador, en este sentido -por más que el subtítulo del ciclo de conferencias organizado por la Biblioteca de Castilla-La Mancha sea «rescate y recuerdo»-, es el apoyo que las charlas semanales sobre el escritor están recibiendo.