La Asociación de Usuarios del AVE de Toledo ha visto una buena acogida en el equipo de Gobierno municipal a su propuesta de unir por ferrocarril a Toledo con el norte de España, el Levante y Andalucía sin necesidad de pasar por Madrid. Según explicó la Asociación en una reciente reunión con el alcalde de la ciudad, Carlos Velázquez, estas alternativas, que ahorrarían mucho tiempo a quienes viajen a y desde Toledo, y en un futuro a los usuarios de Extremadura y Lisboa. Se podrían hacer usando infraestructuras ya creadas y que están utilizando otros servicios de AVE para eludir el paso por la capital.
La Asociación, explica su presidente, Héctor Borreguero, hizo hincapié en el aislamiento ferroviario que hoy tiene Toledo que «solo tiene servicio con Madrid, cuando ahora mismo podría tenerlo con toda la red de alta velocidad de España, con cualquier ciudad». Dado que la ciudad va a seguir apostando por el turismo y los congresos, llega el aniversario de la Catedral en 2026 y la propuesta de Capital de la Cultura en 2031, «el ferrocarril, que tiene que seguir siendo el punto de llegada, tiene muchísimo más que ofrecer que ahora».
Ya en 2014, Año Greco, hubo trenes que conectaban Toledo con Sevilla, Málaga y Barcelona. Pero para ello, pararon en Madrid y perdieron en torno a una hora, algo que ya se puede evitar una década después, gracias a las nuevas infraestructuras que se han ido creando. Por ejemplo, hoy hay conexión directa de los trenes de Andalucía con Levante, Castilla y León, Galicia o Cataluña, sin parar en la capital. Lo mismo podría ocurrir con los de Toledo.
La Asociación comunicó al Ayuntamiento que ya ha trasladado su propuesta a las tres operadoras ferroviarias (Renfe, Avlo y Ouigo) y lo va a seguir haciendo. Cree que hay tiempo suficiente hasta 2026 para que el Consistorio haga lo propio y pida esos trenes directos desde Toledo a diferentes ciudades sin perder tiempo en Madrid.
Esto, apuntó Borreguero, puede favorecer mucho al turismo en Toledo y su propuesta de Capitalidad Cultural, así como a sus futuras conexiones. Además, también se podrían pensar, por ejemplo, servicios estivales, similares a los autobuses directos que hay en verano desde Toledo a la costa. Ese tráfico se podría derivar en ferrocarril, con trenes directos que lleven a Levante en dos horas, quizás un servicios de ida y vuelta al día entre junio y septiembre sería suficiente.
Dispositivo creado. Ya existen corredores a Castilla y León, Galicia y Asturias que podrían utilizar los trenes de Toledo de forma directa, atravesando el nuevo túnel que comunica Atocha con Chamartín. También sería directo el corredor a Zaragoza y Madrid, que ya utilizan trenes procedentes de Sevilla, bastaría con cambiar de agujas y no entrar a Madrid. Para Valencia ocurre exactamente igual. En este caso, la zona de cambio está en Yeles.
En el caso del tren a Ciudad Real y Andalucía es cierto que habría que parar en Villaseca de la Sagra, pero el viaje directo también es posible. Bastaría con que el tren saliera de Toledo en la vía contraria a lo habitual e hiciera una inversión de marcha en los talleres de Renfe en esta localidad. Técnicamente es viable, apunta Borreguero, «y permitiría relaciones directas con Ciudad Real en un margen de cuarenta minutos, lo que podría potenciar mucho la relación entre los focos de la Universidad y el viaje de trabajadores y funcionarios».