Javier del Castillo

Javier del Castillo


El pesebre y la liebre

24/12/2024

El año que termina ha sido pródigo en acontecimientos difíciles de prever. Un auténtico sinvivir. Basta con repasar algunos acontecimientos ocurridos en España durante este 2024 para darse cuenta de cuánta razón tenía quien dijo aquello de que «el niño Jesús nació en un pesebre y donde menos esperas salta la liebre». La realidad nos ha vuelto a demostrar que el destino es imprevisible, sobre todo, cuando sus dirigentes se empeñan en defender lo indefendible.
Pese a su enorme envergadura, nadie sabía de la existencia de Koldo García hasta que fue detenido por la Guardia Civil en su domicilio a finales de febrero. A partir de ahí, se fue destapando una trama de corrupción, con diferentes ramificaciones, en la que tenía un papel destacado José Luis Ábalos, exministro de Transportes, hombre de la máxima confianza de Pedro Sánchez y número tres del PSOE hasta que el olor que dejaba a su paso comenzó a hacerse insoportable. 
La corrupción no tiene límites, ni ideología. La corrupción en el PP de Rajoy, que propició la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez a la Moncloa, nada tiene ya que envidiar a la que estamos viendo ahora, en el entorno político y familiar del actual presidente del Gobierno. 
En este año que termina hemos asistido a sucesos prodigiosos, que ni las mentes más calenturientas podrían haber imaginado. Pese a proclamar a los cuatro vientos que nunca habría amnistía para los independentistas catalanes condenados por atentar contra el Estado, en marzo fue aprobada la Ley de Amnistía en el Congreso de los Diputados. Había que complacer como fuera a Puigdemont para que, en contrapartida, el 'prófugo del maletero' salvara luego a Sánchez. 
Entre los hechos insólitos del 2024, es inevitable subrayar el precipitado paseo por las calles de Barcelona del hombre que tiene cogido por salva sea la parte al presidente. Tampoco conviene olvidar el retiro espiritual de este último, al conocer que un juez investigaba la actividad docente y empresarial de su esposa. Aquel suspense de finales de abril fue un aviso a navegantes. Un ejemplo más de que la realidad supera siempre a la ficción. A esa ficción en la que intentan sumergirnos quienes le escriben los guiones a Sánchez.
En los últimos doce meses ha habido elecciones – europeas, gallegas, vascas y catalanas -, pero sin sorpresas, salvo en Cataluña. Los independentistas - indultados y amnistiados – tuvieron que asumir su derrota y dejar en manos del candidato del PSC, Salvador Illa, los destinos de una comunidad que sigue sin levantar cabeza.
Como sigue sin levantar cabeza el imputado y sonriente Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, después de colaborar en el acoso político a Isabel Díaz Ayuso, o el mismísimo Víctor de Aldama, al que la manta se le empieza a quedar pequeña. 
Mientras tanto, para distraer a los tertulianos con la polémica y la gresca, se buscaron enemigos externos – Javier Milei, en Argentina, y Claudia Sheinbaum, en México –, se vendió como una obra de caridad la acogida del candidato opositor al régimen bolivariano, Edmundo González, y se descubrió que Íñigo Errejón era el menos indicado para liderar la lucha contra el machismo y los acosos sexuales.
Lo peor que nos podía pasar en 2024 llegó en la tarde del 29 de octubre. Las riadas de Valencia y Albacete se llevaron por delante la vida de más de dos centenares de personas y las ilusiones de miles de damnificados. Pasamos de la comedia al drama. 
A ver si en el 2025 la dicha nos acompaña.