Palomarejos denuncia botellones en el parque de Aquisgrán

Á. de la Paz
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Los vecinos esgrimen la prohibición vigente y afean la «mala imagen» que produce el consumo en una zona frecuentada por menores y el uso de los árboles como urinario

El parque de Aquisgrán se sitúa en la trasera del antiguo hospital Virgen de la Salud. - Foto: David Pérez

Los vecinos del barrio de Palomarejos denunciaron en el último consejo de participación del distrito Centro el uso inadecuado que algunos grupos de jóvenes hacen del parque de Aquisgrán, un lugar en el que se consume alcohol de forma indebida y reiterada. Desde La Voz del Barrio aseguran que trasladaron la situación al área de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Toledo a principios del mes de mayo, sin haber encontrado aún respuesta. 

El consumo de alcohol en espacios públicos que no estén expresamente habilitados para tal fin (como las terrazas o las barras en fiestas) no está permitido en la ciudad desde la pandemia, cuando la  prohibición que pesaba sobre el Casco Histórico se extendió al resto de barrios. El objetivo de la medida era evitar aglomeraciones que pudieran facilitar la transmisión del virus.

En Palomarejos aluden a la «mala imagen» que produce la presencia habitual de personas consumiendo bebidas espirituosas. Además, recuerdan el «mal ejemplo» que supone para los «menores que frecuentan el parque». Más allá de que sea una actividad no permitida, los vecinos protestan por la falta de civismo de quienes hacen botellón en el parque. El arbolado presente en tal espacio es utilizado de manera oportunista como urinario. Los restos de basura fuera de las papeleras y contenedores también son habituales. 

La proposición de los vecinos reclama al Ayuntamiento de Toledo la aplicación de la ordenanza que regula el consumo de bebidas en la calle para detener la molesta rutina que les acecha. Los vecinos trasladaron en los primeros días de mayo esta petición a la edil de Seguridad Ciudadana y vicealcaldesa Inés Cañizares, aunque aún no ha sido respondida.

El planteamiento de los vecinos prevé que la erradicación del botellón evite potenciales problemas de convivencia derivados de conductas agravadas por el consumo de alcohol. Además, la presencia en el parque de estos vecinos impide que los usuarios habituales de esta zona, especialmente los de edades más altas y más tempranas, acudan a un lugar adecuado tanto para el descanso como para el entretenimiento infantil. Por otra parte, la basura acumulada representa otro inconveniente añadido. Asimismo, la falta de vigilancia y castigo sobre este comportamiento incívico puede generar un efecto contagio en otros puntos de similares características del barrio de Palomarejos o en otros puntos de la ciudad.

REORDENACIÓN DE LA ORA. La eliminación de plazas de estacionamiento de pago es otra de las cuestiones que preocupan a los vecinos del barrio y por la que preguntaron en el consejo de participación.

La reordenación, asunto que el Ayuntamiento debe negociar con la empresa concesionaria del aparcamiento regulado, se vinculará con un plan de movilidad de mayor calado que afectará a este servicio y al autobús urbano.