La artesania española ha perdido este domingo a una de sus grandes maestras, la bordadora de Lagatera Pepita Alía, que ha fallecido en Madrid a los 94 años.
Lagarterana de pro, Alía deja una enorme trayectoria en el trabajo y la difusión de los célebres bordados de Lagartera, que llevó a los escenarios más altos. Entre sus innumerables distinciones, están el Premio Nacional de Artesanía en Labores de Lagartera de la Casa Real de Holanda, la placa al Mérito Regional de Castilla-La Mancha, o el Premio al Mérito Artesano de CLM, entre otros. Pepita Alía era además académico de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo.
Enbajadora del bordado lagarterano por todo el mundo, aprendió a labrar de la mano de su madre y su carrera se vio impulsada hacia el éxito en 1961, cuando el Gobierno español encargó a un grupo de mujeres de Lagartera elaborar una mantelería que se iba a regalar a la entonces reina de Holanda. Fue solo el primero de muchos encargos importantes para el taller de Pepita Alía, que llevaría el nombre de Lagartera a Japón, Estados Unidos, o el Vaticano, así como a muchos países de Iberoamérica. Hasta allí llegaron sus bordados, trabajos e incluso exposiciones que ahora lucen en casas reales, residencias de altos mandatarios y personalidades de renombre.
Entre sus últimos reconocimientos se encuentran el Premio de Honor 'Tesoro Viviente' del Círculo Fortuny, como leyenda de la alta artesanía, premio que compartía en 2022 con Cecilio Morales, prestigioso alfarero granadino de Fajalauza, y el alfarero Juan Martínez Villacañas, 'Tito', que preside la Fundación Alfares.
El Ayuntamiento de Lagartera la ha despedido a través de un mensaje en las redes sociales, con una imagen de su juventud junto a la que destaca a su relevante papel: «Llevó siempre a Lagartera en su corazón y fue embajadora y defensora a ultranza del legado artístico y ancestral que suponen el traje típico y las labores de Lagartera, así como de su singularidad y su excelencia».
«Nosotros la recordaremos como creemos que a ella le gustaría que la recordáramos: la labrandera fiel a sus costumbres, ortodoxa en las técnicas y custodia del sabor antiguo que supo transmitir y exportar más allá de nuestras fronteras», continúa el mensaje que concluye con las condolencias a toda su familia.
Pepita Alía era madre del interiorista Tomás Alía, embajador de la cerámica de Talavera y gran defensor de la tradición de Lagartera, a cuya proyección internacional está dedicando también esfuerzos e iniciativas.
Su capilla ardiente será instalada en su casa de Lagartera y este lunes se celebrará el funeral a las 16 horas en la Iglesia Parroquial de Lagartera.