Romper prejuicios y demostrar con datos las ventajas para atraer familias y empresas a zonas despobladas es el objetivo del informe impulsado por la Red de Áreas Escasamente Pobladas del Sur de Europa, creada por las patronales CEOE de Cuenca, Soria y Teruel. El doctor en Economía José Antonio Herce coordinó el equipo que ha elaborado el informe, que lleva el sugerente título de El lujo de vivir en Cuenca, Soria y Teruel.
¿Cómo surge este estudio?
En Segoviana de Iniciativas Rurales, que es una pequeña consultora más pro bono que otra cosa, somos tres socios. En concreto, un geógrafo, un matemático y un economista todoterreno, que venimos trabajando en este ámbito de la lucha contra la despoblación desde hace tiempo con, entre otros, las organizaciones empresariales de Cuenca, Soria y Teruel, que son las promotoras de este estudio. Tras reflexionar sobre el enfoque reivindicativo, que sigue siendo necesario, a alguien entre estos promotores se le ocurrió, y fue una gran intuición, que deberíamos exhibir lo que tenemos. Me propusieron coordinar este estudio y me inspiran, porque la idea es potente, para demostrar con datos en la mano lo que tenemos y demostrar en muchas dimensiones que, a lo mejor, somos tan buenos como otros territorios.
El título de El lujo de vivir en Cuenca, Soria y Teruel es muy llamativo de por sí. ¿Hay que acotar la palabra lujo?
No. Sencilllamente hay que ponerse en el lugar de uno mismo cuando tiene la suerte de pasar un fin de semana o hacer una escapada a uno de estos lugares. Cuando llega, deshace las maletas, se instala, sale a dar una vuelta. Al irte te vas con la sensación de estar viviendo un lujo inmerecido. Es un lujo que no es impagable. Solo faltaba desde el punto de vista del márketing, que no es lo más importante porque lo es la esencia de lo que cuenta, darle un toque a ese titular. Y es el lujo de vivir 'puntos suspensivos', porque vivir es un regalo de los dioses. Pero si además esa vida te la regalan en sitios como Cuenca, Soria y Teruel, que no son los únicos en España, el lujo es aún más. Seguro que quienes lo lean se identifican con 'el lujo de vivir', hasta el punto de que cuesta mucho luego reconciliar esa vivencia con manifestaciones reivindicativas de algo que se necesita desesperadamente para que ese lujo sea redondo, no solo para los visitantes sino para los que viven en estos territorios. Es un ejercicio de autoestima, de autorreconocimiento y de comunicarlo al mundo.
El acceso a los servicios muchas veces es más limitado, en comparación con zonas pobladas. ¿Es un hándicap?
La vivencia que tenemos de estos hándicaps es comarcal, no es provincial. Habrá entornos en Cuenca donde el acceso a un hospital sea más mucho más rápido que en otros entornos similares de Soria o Teruel. En realidad, no hay que tomar al pie de la letra estos y asociarlo a la experiencia cotidiana que uno viene en su pequeño municipio, en la cabecera de comarca o en la capital. En estos territorios, la disponibilidad de infraestructuras educativas, sanitarias, sociales o deportivas es mayor que en los territorios más densamente poblados.
¿Cómo se explica?
Se explica por una razón muy sencilla y es que el denominador de esa ratio es mucho más bajo en los territorios despoblados que en los más poblados. Hablamos de ratios, no de números brutos. Por supuesto que hay más hospitales en la Comunidad de Madrid, pero a lo mejor hospitales por cada mil habitantes hay más en Cuenca, Soria o Teruel. La cuestión es el acceso. Ahí efectivamente, cuanto más acercamos la lupa nos encontramos con cientos de pequeños y pedanías donde sí que las cosas están lejos, pero lo que puede parecer un hándicap, al final se trata de una ventaja si tenemos un transporte adecuado a demanda, que también es un problema, ya que vamos por carreteras de cierta capacidad en donde no hay semáforos ni atascos. De ahí que en materia de accesibilidad, el ahorro de tiempo es muy importante en Cuenca, Soria y Teruel. Estamos hablando de miles de euros al año. Cuando valoramos a coste de oportunidad en una hora dedicada a trabajar ganando un sueldo, a una hora a desplazarse, en la que no se gana nada, salvo el acceso, esos veinte minutos diario de media de ahorro de tiempo desplazamiento en estas provincias se traducen en miles de euros al año que abaratan el coste de la vida.
¿Qué es lo que más le sorprendió?
En el estudio hablamos de 17 dimensiones de la vida que abarcan todo, de las cuales todas son importantes. El empleo es tan importante como los ingresos o como la vida de comunidad, ir al trabajo o la seguridad, ya que hay muchos menos delitos por cada mil habitantes en estos territorios. Lo que más me ha sorprendido en los 40 indicadores que dan sustancia a estas 17 dimensiones de la vida es que en muy pocos la Comunidad de Madrid, que es uno de los territorios más densamente poblados, bate a estas provincias. Cuenca bate a Madrid en casi todos los indicadores, lo mismo que Soria y Teruel. La educación en Soria es top mundial.
Una persona que quisiera establecerse en uno de estos territorios encontraría buena educación, buena sanidad y acceso a más servicios. Un médico tiene trabajo. No está en el informe, pero yo abogo porque se les pague el doble. Se van a jubilar la mitad de los médicos de estas tres provincias en los próximos cinco años, y no digamos de los profesores. En las escuelas de estos territorios hay muchos menos alumnos por profesor que en Madrid. Me ha sorprendido todo. Yo vivo en una pequeña pedanía de veinte habitantes de la provincia de Segovia y percibo la calidad de vida en muchas cosas.
¿Las medidas que se están tomando para frenar la despoblación van por buen camino?
Creo que sí porque muchas comunidades autónomas, como Castilla-La Mancha en particular, han sido pioneras y están trabajando en sus propios planes de incentivos en la lucha contra la despoblación. Incentivos de este tipo o ayudas a emprendedores o al funcionamiento. Es importantísimo porque muchos negocios se van a quedar sin nadie que los lleve, van a desaparecer. No hablo ya de oficios tradicionales, que es muy triste también que desaparezcan, sino de negocios ordinarios que están funcionando bien, que se van a quedar sin relevo. Aparte de los gobiernos autonómicos, que son pioneros y van por delante incluso del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, están también las diputaciones que tienen muchos recursos y que los están aplicando, por ejemplo, a la vivienda o al emprendimiento joven. Afortunadamente, todo se está alineando, pero necesitamos que se conozca mejor.
¿Se puede revertir la situación de la despoblación? ¿Es optimista?
Este estudio me ha hecho optimista porque durante meses hemos investigado a fondo sobre la realidad que infunden los números, pero llevo muchos años en esto y veo que cuesta mucho avanzar. Por ejemplo, con las ayudas al funcionamiento. Mi obligación es darle la bienvenida y ser optimista, pero podían haber sido un poco más generosos, por ejemplo con la Ley Presupuestaria. Admito que tengo cierto punto de escepticismo. Hay miles de pequeños colectivos luchando que se dejan la piel cada día por impulsar la repoblación y es muy difícil avanzar.
¿Qué mensaje lanzaría tras sumergirse en toda esa multitud de datos sobre la despoblación de Cuenca, Soria y Teruel?
Que no sólo tengamos en cuenta la versión reivindicativa del fenómeno, que tiene que seguir adelante, sino que exhibamos lo que tenemos, que está muy bien, y que estemos orgullosos de lo que tenemos en nuestro territorio. Ahí tenemos cierto complejo y necesitamos ganar autoestima. Es la dura realidad.