La ciudad de Toledo contaba con 86.070 habitantes el 1 de enero de 2023, la cifra más elevada de la serie histórica contemporánea. La capital regional ha sumado 985 censados en los doce últimos meses. El crecimiento de la población toledana, constante en las tres últimas décadas, aunque interrumpido en determinados años puntuales -por ejemplo, en el periodo comprendido entre 2020 y 2022-, ratifica el atractivo de la ciudad como lugar de residencia. Desde 1996, la ciudad imperial ha incorporado más de 20.000 nuevos habitantes.

Toledo se confirma como una de las pocas ciudades medias del interior peninsular que emergen. El crecimiento de la ciudad tiene como bases su condición de capital autonómica y la buena comunicación terrestre con Madrid. La cabecera de Castilla-La Mancha parece ajena a los procesos de vaciado y envejecimiento que afectan a otras capitales de provincia españolas. La barrera de los 70.000 residentes se superó en 2002 y las de los 80.000 en 2008, al inicio de la crisis económica. Los 90.000 vecinos se podrían alcanzar al final de esta década.

La comparación de Toledo y Talavera muestra dos evoluciones bien diferenciadas. Mientras que la ciudad patrimonio de la humanidad ha tendido a ensanchar su cifra de habitantes en el último cuarto de siglo, la ciudad de la cerámica lo ha reducido de manera considerable en la última década. En 2010, el censo talaverano contaba 88.986 vecinos. La última revisión rebaja ese dato hasta los 84.137 habitantes, lo que supone un recorte de casi cinco millares de personas. En los últimos años, se ha producido el sorpasso entre las dos grandes ciudades de la provincia. La brecha de 6.500 habitantes favorable al padrón de Talavera en aquel 2010 se ha revertido en favor de Toledo, que disfruta de casi 2.000 vecinos más en la actualidad.