Pasó el 50, pasó el 75, pasó el 100, pasó el 125... y ya está aquí el 150. Capi Teijeiro nunca se ha puesto techo y ahora mismo está convencido de seguir «hasta que el cuerpo aguante». No es ningún reto, simplemente una forma de vida y una diversión. Mañana sábado, el atleta toledano estará de celebración antes de Nochebuena en el V Maratón Clandestino de Campo de Criptana. Y con 51 años recién cumplidos.
¿Por qué este? Él mismo lo explica: «Porque me pilla cerca, y así pueden venir mi mujer, mi familia y mis amigos». Y eso que no es el maratón ideal, pues consta de un circuito de 10,5 kilómetros al que hay que dar cuatro vueltas, pero, por lo menos, «tiene un recorrido de asfalto y camino y tiene salida en los molinos, con una foto chula».
Que sea el 150 «no deja de ser un número», como recalca. Lo que más valora de todo es que no se ha lesionado nunca y que ahora mismo se encuentra «mejor que nunca». De todos modos, el día que las piernas le digan que no pueden, «tocará nada». Capi se sigue divirtiendo y por qué no continuar.
Todo comenzó en 2007, en el Maratón de Madrid. Entre aquel día y el de este sábado, un montón de lugares y pruebas de los 42 kilómetros con una historia que contar. Hay que recordar que su maratón 50 lo corrió el 18 de octubre de 2015, en Ciudad Real. Y el 100, el 21 de octubre de 2018, también fue en el Quixote Maratón, así que no es casualidad que el 150 lo complete en esta provincia.
Han tenido que pasar cinco años, con una pandemia de por medio, para llegar a esta cifra señalada. Lo curioso es que Capi tiene apuntadas ya las próximas, y no tardando. Para enero y febrero tiene pensado ya alguno más, para irse a los 154 o 155.
El 7 de enero tiene pensado participar en la Carrera del Roscón de Cobisa, pero, después, comenzará un mes cargado de maratones.
El día 14 viene el Maratón de Almagro, mientras que, a continuación, llegarán el Genaro Trail, una de las pruebas más emblemáticas de Madrid, y el Maratón de Murcia. La organización cuenta de nuevo con Capi Teijeiro para hacer de 'globo' de las 4 horas, tras la experiencia de otros años.
trail y ultra trail. Pero entre maratón y medio maratón y carrera popular, el atleta del Bikilamanjaro también intercala otra de sus pasiones atléticas, las pruebas de ultradistancia. Además, ha conseguido que su mujer se aficione a estas carreras. «Son pruebas en las que puedes ir más tranquilo, te paras, comes y bebes; son más de fondo, encima voy con ella, al mismo ritmo, así que las disfruto mucho más», reconoce.
De momento, a estas alturas de la película, ya no hay nervios, pero Capi sí que quiere pasar este maratón de una manera especial. Y encima casi en Navidad.