El Nobel de la Paz Mohamed Yunus ha confirmado este martes que, a petición de los movimientos estudiantiles, liderará la transición en Bangladesh tras la huida de la primera ministra, Sheij Hasina, después de las fuertes protestas por el sistema de cuotas para los empleos públicos que han dejado ya cientos de muertos.
"Cuando me contactaron en nombre de los estudiantes, al principio no acepté", ha contado Yunus, según una fuente cercana al Nobel de la Paz a la que ha tenido acceso el diario bangladesí 'The Daily Star'.
"Si los estudiantes pueden sacrificar tanto, si la gente del país puede sacrificar tanto, entonces yo también tengo cierta responsabilidad", ha dicho Yunus, quien se encuentra en el extranjero para recibir tratamiento médico, si bien también ha sido invitado por el Comité Olímpico para asistir a los Juegos de París.
Horas, antes los líderes de los movimientos estudiantiles que han liderado las protestas anunciaron que Yunus sería el encargado de organizar un gobierno de transición, convenciéndole así finalmente para aceptar el cargo después de que se autodescartara este lunes de cualquier papel político tras la caída de Hasina.
"Hemos decidido que se forme un gobierno provisional en el que el doctor Mohamed Yunus, premio Nobel de renombre internacional y de amplia aceptación, sea el asesor principal", anunció Nahid Islam, coordinador del Movimiento Antidiscriminación.
Islam instó al presidente del país, Mohamed Shahabuddin, a tomar "medidas inmediatas y eficaces para restablecer la ley y el orden", reclamando también para los estudiantes la potestad de permanecer en las calles para "ayudar" a las fuerzas del orden hasta que se conforme el gobierno provisional.
"Hacemos un llamamiento a todo el mundo para que salga a la calle a partir del martes (...) Tenemos que proteger nuestras comunidades minoritarias, nuestra propiedad pública y nuestro país", dijo Islam, quien anunció que en las próximas horas Yunus daría a conocer los nombres de quienes formarán el gobierno interino.
Yunus finalmente asume el rol de organizar un gobierno interino después de que se autodescartara tras confirmarse la caída del Gobierno y la huída de Hasina a India. "No soy el tipo de persona a la que le gustaría estar en política. No es lo mío", dijo en una entrevista para el portal The Print.
Hasina, dijo, "se comportaba como una dictadora" y destruyó el legado de su padre, Sheij Mujibur Rahman, expresidente del país y líder fundador de Bangladesh. "Ahora todo el pueblo de Bangladesh se siente liberado", manifestó.
Yunus, en libertad condicional tras ser condenado en enero a seis meses de cárcel por infringir las leyes laborales del país, recibió el Nobel de la Paz en 2006 por su trabajo al frente del Banco Grameen, cuyo programa de microcréditos sin intereses sacó de la pobreza a millones de personas en Bangladesh.
EEUU sigue "de cerca" la situación
Unas horas antes, el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, ha informado de que Washington sigue "de cerca" la situación en el país tras la dimisión y huida de Hasina, y ha pedido a las partes a abstenerse de cometer más actos violentos.
"Estamos siguiendo de cerca la situación. Estados Unidos está con el pueblo de Bangladesh. Instamos a todas las partes a abstenerse de más violencia. Demasiadas vidas se han perdido en el transcurso de las últimas semanas, e instamos a la calma y la moderación en los próximos días. Acogemos con satisfacción el anuncio de un gobierno provisional e instamos a que cualquier transición se lleve a cabo de acuerdo con las leyes de Bangladesh", ha expresado durante una rueda de prensa.
Por último, ha mostrado su "profunda tristeza" por las informaciones sobre los fallecidos, los heridos y otras víctimas de violaciones de Derechos Humanos durante las últimas semanas.
Las protestas dejaron de dirigirse únicamente al sistema de cuotas --que establece que un 30 por ciento de plazas públicas quedan en manos de hijos de veteranos de la guerra de la Independencia--, un criterio que para los estudiantes suponía un acto de discriminación, para centrarse en la figura de Hasina y denunciar la represión policial y el uso excesivo de la fuerza, y es que las acciones de las fuerzas de seguridad han dejado más de 300 muertos.