La Confederación Hidrográfica del Tajo, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, continúa con las actuaciones de restauración de los cauces más afectados por las inundaciones de la DANA de septiembre, principalmente en la zona centro y oeste de la cuenca del Tajo (río Alberche y tributarios, Guadarrama y tributarios, Ramabujas y Degollada, entre otros).

El Consejo de Ministros tomó razón el día 5 de la declaración de emergencia de la fase dos para la reparación de daños en el cauce e infraestructuras hidráulicas dañadas en la cuenca del Tajo, que afectaron principalmente a la zona centro y oeste de la cuenca.

La magnitud, así como las posibles graves afecciones sin una intervención, justifican el cumplimiento de los requisitos para usar la tramitación de emergencia en el desarrollo de las actuaciones de este proyecto. El presupuesto de la fase dos asciende a un millón de euros, financiados por la Dirección General del Agua del Miteco, que se suma al millón de euros aprobado en octubre para la fase uno de estas actuaciones. El plazo de ejecución es de seis meses.

En la fase dos, se continuará con trabajos consistentes en retirada de tapones de vegetación muerta que puede obstruir los principales puntos de paso y acceso a núcleos urbanos, así como la retirada de sedimentos en determinadas zonas que han quedado colmatadas, con disminución del calado del cauce, con el consiguiente peligro en caso de precipitaciones intensas. Además, se priorizan las actuaciones en el interior de núcleos urbanos.

La CHT actuará con un presupuesto de 554.000 euros en cauces de Toledo ciudad, El Viso de San Juan, Argés, Bargas, Ca marena, Camarenilla y Manzaneque. Juntos con ellos, el organismo invertirá otros 398.000 euros en los madrileños Aldea del Fresno y Villamanta. Y más 27.000 euros en la localidad guadalajareña de Alovera.

La CHT menciona que las actuaciones de conservación y mantenimiento de cauces públicos en zonas urbanas corresponden a los ayuntamientos. Otorga cada año unas 400 autorizaciones y deniega las de eliminación indiscriminada de la vegetación de ribera y alteración del cauce natural. La CHT dedicó en 2022 un total de 5,4 millones de euros para conservación de cauces fuera de zonas urbanas.

La CHT subrayó que los daños están vinculados con frecuencia a la inadecuada ordenación del territorio, que ha deparado la eliminación de las llanuras de inundación y al confinamiento de los cauces.