Durante los cinco primeros meses de 2023, los apartamentos turísticos emplazados en la provincia de Toledo han registrado 56.382 pernoctaciones. Si se establece una comparación con el mismo periodo del año anterior, se constata un incremento porcentual del 2,3%. Entre los meses de enero y mayo del pasado año, la cifra acumulada de noches disfrutadas en este tipo de establecimientos extrahoteleros alcanzó las 55.089 estancias.
El volumen de pernoctaciones en los pisos turísticos de la provincia alcanza en 2023 su mejor comienzo de año. Descartando los datos de 2020 y 2021, dos años marcados por las restricciones con que se trataba de contener la pandemia de coronavirus, el total de estancias registradas en estos alojamientos informales rebasa las que se alcanzaron en los cinco primeros meses de 2019 (47.967 pernoctaciones en la provincia) y de 2018 (fueron 46.216). El incremento sostenido de las pernoctaciones augura un cierto potencial de crecimiento al sector.
El turista extranjero empuja una actividad cuya viabilidad quedó en duda durante los dos estados de alarma. Entre enero y mayo de 2022, las pernoctaciones de foráneos alcanzaron la cifra de 5.910 noches; en el mismo periodo del año en curso, han sido 12.192 las estancias contabilizadas. El repunte, en términos porcentuales, se dispara hasta un 106,3%. El final de las restricciones ha animado el regreso de los viajeros procedentes de terceros países.
Los visitantes españoles, sin embargo, siguen siendo mayoritarios en los pisos turísticos de la provincia: alrededor de tres de cada cuatro (78,4%) tienen su origen en el país. El pasado año, hasta el mes de mayo, la desproporción fue mayor: el 89,3% de las noches fueron copadas por nacionales.
En la provincia, gran parte de los pisos turísticos se concentran en la ciudad de Toledo. La oferta histórica y cultural de la capital regional, además de su doble condición de monumental y de núcleo bien comunicado, favorecen la instalación de este tipo de alojamientos. Para evitar la proliferación de apartamentos dedicados al hospedaje, una fórmula que detrae viviendas para uso residencial, se han implantado diferentes normativas de carácter limitante.
MÁS ESTANCIAS RURALES. El turismo rural también crece en la primera parte del año. Hasta mayo, se han contabilizado 64.956 pernoctaciones, un total que representa un 39,4% más que el volumen agregado de los cinco primeros meses de 2022. En aquel periodo se contaron 46.610 estancias.
En 2019, último año previo a la pandemia, se registraron 53.343 pernoctaciones en estos alojamientos en la provincia durante los cinco primeros meses del año, una cantidad más baja que la acumulada en este inicio de año, aunque superior a la del periodo comprendido entre enero y mayo del pasado 2022. En el ya lejano 2018, los cinco meses de apertura del año sumaron 38.450 estancias.
La presencia de parajes urbanizados e industrializados en buena parte del territorio de la provincia han dificultado el desarrollo de iniciativas hosteleras en el ámbito rural. En el territorio toledano no hay un gran volumen de hospedajes -en comparación con otras provincias españolas.