José Díaz Morales fue un prolífico director de cine y guionista nacido en Toledo el 31 de julio de 1908, el cual dirigió la mayor parte de sus películas en México, lugar donde tuvo que marchar a raíz del comienzo de la Guerra Civil española. Allí debutaría como director en 1942 con un famoso melodrama religioso titulado Jesús de Nazareth, película que tuvo bastante éxito tanto en México como en España. En 1943 dirige Cristóbal Colón, un film en el que se pone en valor el concepto de la hispanidad y que también desarrollaría en posteriores películas como Una gitana en México (1943) o La luna enamorada (1946), en la que aparecía Carmen Amaya. También en 1943 dirige Adulterio y ya en 1944, La culpable y Por un amor. En el año 1946 su filmografía se aumenta con Carita de cielo, Extraña obsesión y Una gitana en Jalisco. La década de los 50 arranca en la filmografía de José Díaz con la película Cabellera blanca, continuando con La edad peligrosa, La malcasada y La tienda de la esquina (todas de 1950).
Gracias a un convenio de colaboración entre España y México firmado en 1948 La primera película que dirigió en España fue El capitán Loyola (1949), una película histórica y biográfica sobre la vida de Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, orden muy presente en Toledo; ese mismo año dirigió otro largometraje titulado Paz, así como la película basada en la zarzuela La revoltosa (1949) donde contó con Carmen Sevilla y Tony Leblanc y que fue del agrado del gran público y cosechó muchos éxitos. A su vuelta a México Díaz de Morales continuó trabajando con los hermanos Calderón, para los que dirigió La virtud desnuda (1955) y Esposas infieles, películas en las que incluyó algunos desnudos, motivo por el que la crítica le encasilló en un tipo de cine más soez y de poca calidad. En Juventud desenfrenada (1956), otra película dirigida por él, entona un mensaje moralista en contra de la juventud y de los desmanes que con esa temprana edad se realizaban, algo que continuó trabajando con La rebelión de los adolescentes (1957). Otra curiosa película de aquella época que dirigió nuestro paisano José, fue Manicomo (1957) en la que hay diversas escenas filmadas en el hospital de Mixcoac, donde los protagonistas se sumergieron literalmente en la vida hospitalaria y de los enfermos mentales, siguiendo órdenes del director. En aquellos años 50 van a primar diversas películas de baja calidad que José Díaz dirigió, como Confidencias matrimoniales (1958), Las cosas prohibidas (1958), Matrimonios juveniles (1958), Mundo, demonio y carne (1958) y Las recién casadas (1960) cuyos títulos nos dan una idea de la temática sobre la que giraban.
En la década de los 60 el contenido y guiones de las películas dirigidas por José Díaz no variaron demasiado, insistiendo en los amoríos, las parejas, las infidelidades y algún tonteo con el cine de terror, por lo que encontramos algunos títulos tan explícitos como El satánico (1966), Noches prohibidas (1966), El amor y esas cosas (1967), Las amiguitas de los ricos (1967), Préstame a tu mujer (1967), La amante perfecta (1969) o La hora desnuda (1969). La última película que dirigió Díaz Morales fue Las adorables mujercitas (1973). Recordemos que José Díaz cuenta en su haber con alrededor de 60 películas como director y guionista, unas 30 como director y 14 como guionista.
Toledanos de cine (XIII)También hay críticos que afirman que Díaz Morales dirigió algunas de las peores comedias que se filmaron teniendo como protagonista a José Antonio Hipólito Espino Mora, actor de comedia mejicano que ha pasado a la historia por su nombre artístico: Clavillazo aunque también se le llamó «el cómico de las manos que hablan», ya que al tener un hermano que padecía sordera profunda tuvo que aprender lengua de signos para poder comunicarse con él, habilidad que Clavillazo supo integrar en sus interpretaciones. Es cierto reconocer que se le concedió una medalla otorgada por el Círculo de Escritores Cinematográficos, por su trabajo en la confección del guion de la película La Revoltosa, la cual también fue dirigida por él en 1949 como citábamos antes.
Por cierto, como rectificar es de sabios y hace unas semanas cometimos un error en el lugar de nacimiento del genial actor toledano José Prada y de la Vega, aprovechamos esta entrega para confirmar que no nació en Toledo capital, sino en la bonita localidad de Los Navalmorales, en la que fecha que indicamos en la entrega número XI de esta serie de Toledanos de cine. José Prada era hijo de Lorenzo Prada y de Gregoria de la Vega y en multitud de fuentes se indica que nace en Toledo, cuando realmente vino a la vida en Los Navalmorales. Desgraciadamente el documento en el que hemos podido confirmar sus datos de nacimiento nos ha llegado hace muy poco, motivo por el que también damos un tirón de orejas al sistema de consulta y petición de documentos de los Registros Civiles, los cuales deberían facilitar un poco más a los investigadores el acceso y consulta de los libros históricos que precisamente son eso, históricos... Queda dicho. Terminamos esta entrega con el recuerdo a nuestro protagonista de hoy, José Díaz Morales, otro más de los directores toledanos olvidados, que a pesar de desarrollar la mayor parte de sus películas en México también trabajó en España y llevó nuestro país por bandera en sus guiones, historias y personajes.