Toledanos de cine (XVIII)

José García Cano
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Francisco Torres Fernández o como todos sus compañeros le llamaban, Paco Torres (Navalmorales, 1952), fue un hombre de la escena, un profesional de las tablas que también nos dejó papeles maravillosos en el cine

Toledanos de cine (XVIII)

En la entrega de hoy vamos a recordar a un gran actor y al mismo tiempo, director, autor e incluso músico, pero sobre todo toledano, ya que nació en la localidad de Los Navalmorales en 1952, lugar donde no se olvidan de este genial actor, que llevó por bandera su origen y que tan orgulloso estaba de pertenecer a esta tierra; nos referimos a Francisco Torres Fernández o como todos sus compañeros le llamaban, Paco Torres, un hombre de la escena, un profesional de las tablas que también nos dejó papeles maravillosos en el cine y que tantos y tan buenos momentos nos hizo pasar durante toda su carrera. Paco se licenció en la Real Escuela Superior de Arte Dramático y debutó en 1976 con la obra Galileo Galilei de Brecht, dirigida por José Osuna. Trabajó con otro genio de la interpretación española como fue Fernando Fernán-Gómez, quien le dirigió en El Alcalde de Zalamea (1978), además de contar con él en otra obra maestra como fue El viaje a ninguna parte (Fernando Fernán-Gómez, 1986), una de las películas españolas que mejor ha tratado la vida de aquellos cómicos de la legua. 

De aquellos años 80 recordamos otras tantas obras teatrales en las que Paco Torres participó, como La molinera de Arcos (1980) versión musical de la obra de Alejandro Casona, dirigida por José Osuna o La Celestina (1981), que se estrenó en el Grec de Barcelona y dirigió Ángel Facio. Paco también demostró su valía en la música, ya que compaginó el teatro con su labor musical como cantante en la Orquesta Piraña, la cual llegaría a grabar varios discos, como por ejemplo Pedalea Rock, cuya canción principal fue la banda sonora en varias ediciones del conocido como Día de la Bicicleta en Madrid. La Orquesta Piraña también compuso un tema titulado ¡Agua va!, que trató un tema muy de actualidad, como es el trasvase Tajo-Segura y en el que se reivindicaban los derechos de nuestra región sobre el agua del Tajo. 

Volviendo a sus trabajos en el teatro, Paco Torres comienza a trabajar en 1987 con el director Miguel Narros quien le ofrece un papel en el reparto de La Chunga, de Mario Vargas Llosa y poco después, con este mismo director lo encontramos en la obra Fiesta Barroca, donde se conmemoraba la capitalidad cultural europea de Madrid en 1992. En el mismo año 1987 Paco Torres también fue dirigido por Francisco Nieva, en la obra Las aventuras de Tirante el Blanco, si bien trabajó a las órdenes de Nieva en otras tantas obras teatrales.

Toledanos de cine (XVIII)Toledanos de cine (XVIII)No podemos olvidar la fecha de 1998 al hablar de Paco Torres, ya que en se año funda la compañía Los pícaros ambulantes, con la que pudo difundir por mil y un lugares de nuestra geografía, la literatura del Siglo de Oro que tanto le apasionaba; su encuentro con los clásicos fue maravillosamente acogido por el público y a Paco le debemos la difusión que hizo en tantas plazas y grandes escenarios, de nuestro teatro de aquellos siglos. Del trabajo de esta compañía destacamos su proyecto titulado Ruta arriera por los montes de Toledo (1999), en la que participó el actor Alfonso Asenjo, momento en el que Paco comenzó a adaptar las clásicas jácaras, las cuales preparaba convenientemente para introducir nombres y hechos acaecidos en cada pueblo, para darle así un toque de cercanía y familiaridad hacia el público. Algunas de estas jácaras formaron parte de la programación de nada más y nada menos que el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, entre las que destacamos Jácara final para los fastos de Almagro (2004), Jácaras al retortero de D. Quijote, Añasco el de Talavera y la Maritornes (2005) o Jácara para Almagro y su corral de D. Leonardo. Paco Torres no abandonó el teatro en los años dos mil, ya que aparece de nuevo bajo las órdenes de Francisco Nieva en diversas obras como La Parranda (2005), La revoltosa (2007) o La Calesera (2009). 

Hablando de cine no podemos olvidar algunos de los papeles que tuvo Paco en títulos tan aclamados como por ejemplo Los santos inocentes (Mario Camus, 1984), donde interpretaba a Facundo. También lo encontramos en Las ratas (Antonio Giménez Rico, 1997) y en la ya citada El viaje a ninguna parte (Fernando Fernán-Gómez, 1986), en la cual Torres también se encargó de la coordinación de la música. Más modernamente participó en El oro de Moscú (Jesús Bonilla, 2002) y en Un franco, 14 pesetas (Carlos Iglesias, 2005). 

La faceta televisiva de Torres comprende varias series muy conocidas como La banda de Pérez, Manos a la obra, Médico de familia, Cuéntame o La casa de los líos. Algunos de los últimos trabajos de Paco Torres fueron la película documental Ángel Llorca: El último ensayo (2011) y la lectura de la comedia appAtridas, de José Pedreira, que tuvo lugar en 2019. Desgraciadamente el maldito COVID fue el culpable de que nuestro querido Paco Torres se marchara de los escenarios y del mundo de la interpretación para siempre; un 22 de marzo de 2020, Paco nos dejaba tras una vida dedicada al teatro, a la música y al cine, dejando un hueco terrible entre su familia, compañeros, amigos y admiradores. Valgan estas humildes líneas, como homenaje a este fantástico actor.