Juan Manuel Hernández ingresó como parte del equipo de seguridad del Ayuntamiento de Yeles antes de la creación de la Policía Local. Desde hace más de 30 años, se desempeñaba como vigilante auxiliar de esta localidad sagreña, que ha experimentado el crecimiento de una comarca cosida a la Comunidad de Madrid. Pero su generoso corazón cesó de latir el lunes, a consecuencia de una enfermedad.

«Deja un vacío imposible de llenar. Pilar fundamental en su labor, siempre destacó por ser un trabajador incansable, serio y comprometido. Con toda una vida dedicada al servicio del pueblo, te ganaste el respeto y el cariño de todos. Tus compañeros te echarán mucho de menos», remarcaba la Policía Local de Yeles en la despedida oficial a Juan Manuel.

El vigilante se ocupaba de colaborar con los policías locales en la regulación del tráfico, en el control de las obras y en una continua labor de apoyo a sus compañeros. Esta antigua figura municipal se extingue paulatinamente con la incorporación de las plantillas de Policía Local. Pero aún resisten en los municipios veteranos como Juan Manuel.

A sus casi 60 años, permaneció al pie del cañón hasta la aparición de la enfermedad. «Era un buenísimo compañero. No existía para él la palabra no. Era servicial. Un 10 de persona», se deshacía ayer en elogios uno de los cuatro policías locales de este municipio sagreño.

«Estaba las 24 horas disponible», remataba este compañero, que comprobó el afecto de los más de 5.000 vecinos de Yeles a Juan Manuel, cuyo fallecimiento desencadenó decenas de mensajes de condolencias de sus paisanos.

«Tu ejemplo permanecerá siempre con nosotros», concluía la dedicatoria de la plantilla de la Policía Local, el equipo que patrullará con el espíritu solícito de Juan Manuel siempre presente.