Mezquitas de Madridejos y Mora cesaron a un presunto yihadista

EFE
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La Audiencia Nacional juzga a Karim por la acusación de «sembrar semillas» para reclutar a niños durante sus clases de Corán en Madrid y pide 10 años de prisión

Mezquitas de Madridejos y Mora cesaron a un presunto yihadista

La fiscal aseguró ayer que el ciudadano marroquí Karim B., acusado de inculcar yihadismo a niños en Madrid, fue cesado como imán de las mezquitas de Madridejos y Mora, y de la de Villaverde (Madrid), por su radicalismo.

Así lo explicó la fiscal en su informe del juicio en la Audiencia Nacional, y en el que mantuvo su petición de 10 años de prisión para el acusado por «sembrar semillas» para reclutar a niños al yihadismo en clases de Corán en Villaverde.

La fiscal sostuvo que tras su salida de la mezquita de Villaverde, alquiló un local en el que durante dos años dio clases a 120 alumnos de entre 8 y 16 años, en las que incurrió en un delito de adoctrinamiento terrorista a menores. Y comentó que el acusado, detenido el 29 de noviembre de 2023, tuvo contactos con investigados por terrorismo, entre ellos un condenado por los atentados del 11-M en Madrid.

La representante del Ministerio Público destacó que el acusado inculcó ideas terroristas a «unas personas manipulables porque su personalidad no estaba formada» a través de la denominada «yihad de la palabra, una de las estrategias más importantes de Dáesh».

Y añadió que «instrumentalizaba a los menores infundiéndoles miedo y rechazo a la cultura occidental»; así, «sembró una semilla» por la que alguno de ellos podía radicalizarse en el futuro y les trasladaba «un ideario fanático y de odio hacia los judíos», según los audios con las grabaciones de sus clases realizadas por la Guardia Civil durante la investigación.

De forma subsidiaria, la fiscal solicitó que el acusado sea condenado a cinco años de prisión si la Sala entiende que cometió un delito de adoctrinamiento pasivo y alternativamente que se aprecie enaltecimiento del terrorismo.

La fiscal mencionó que en su teléfono móvil y en su ordenador había imágenes con contenidos yihadistas como un vídeo en el que aparecen unos niños con las banderas de Palestina y Egipto simulando la ejecución de otro con la de Israel.

Por su parte el abogado del acusado pidió su absolución al estimar que su representado se limitó a «dar clases de árabe a unos niños para que adquirieran conocimientos del libro rector de la religión de sus familias y ya está, no hay más, lo que es irrelevante penalmente».

En su turno de última palabra, Karim insistió en que su ideología es «antiterrorista» y que llegó a advertir a quienes le escuchaban que «aquellos que entienden el salafismo como terrorismo son gentuza». Apuntó que reside en España desde 2002, cuando comenzó a trabajar como electricista en el Metro de Madrid. Dijo que lleva un año en prisión «de forma injusta» por un procedimiento que está haciendo mucho daño a su familia.