La ONG Socorro de los Pobres de Toledo ha vuelto este miércoles a casa. Hacía once meses que, dada la situación del espacio que le había cedido el Ayuntamiento en la bajada de San Martín, había tenido que salir para hacer posibles las obras de rehabilitación. Fue un hasta la vista por parte de sus voluntarios para que de una vez el Consistorio hiciera una actuación muy necesaria. Pero fue un adiós definitivo para el alma de la entidad, Cipriano González, el 'Amigo de los Pobres', que fallecía el pasado mes de abril.

El retorno, por lo tanto, a la sede rehabilitada y sin goteras ha sido agridulce para los ocho voluntarios que este miércoles estaban haciendo el reparto entre los más necesitados. Ha sido una «estupenda vuelta a casa, porque teníamos muchas ganas de volver», explicaba emocionada la voluntaria Reyes Calvo. Pero, y ahí crecía su emoción, «se hace también un poquito cuesta arriba porque es verdad que aquí es donde estaba Cipri. Cipri no bajó nunca a la sede que nos dejaron en la bajada del Salto del Caballo, porque decía que esta era su casa y donde quería estar». De forma lo que los sentimientos fueron encontrados, «pero estamos contentos, porque sé que él está desde ahí arriba contento y aplaudiendo».

Todos los miércoles. Como viene ocurriendo desde la pandemia, el Socorro de los Pobres va a seguir repartiendo todas las semanas para evitar las grandes aglomeraciones. En la historia quedaron las imágenes de las grandísimas colas de hasta seiscientas personas que se formaban hasta la puerta del Cambrón todos los primeros jueves de cada mes. Había quienes tenían que estar esperando dos o tres horas para recoger sus alimentos. Para evitarlo, ahora el reparto es y va a seguir siendo todos los miércoles, de nueve y media a once de la mañana. Eso sí, cada persona solo podrá hacer una recogida al mes, dado que los recursos de la ONG está muy limitados. Los voluntarios lo controlan pidiendo la documentación.

Agridulce retorno al Socorro de los PobresEl frío hizo que este nuevo primer reparto desde la sede oficial tuviera menor afluencia de personas, quizás también influido por el cambio de sede, que quizás haya despistado a algunos como ya ocurriera con el anterior traslado.

Quienes acudieron pudieron llevarse, como en semanas anteriores, legumbre, pastas, arroz, pan Bimbo, zumo y dulces, «que gracias a De la Viuda, no nos falta». Es, como diría Cipriano, comida que da energías para poder superar este invierno. Calvo entiende que «repartimos lo más básico, que todo el mundo pueda comer un plato caliente».

En el reparto también hubo juguetes para los niños más necesitados. Afortunadamente, apuntó Calvo, «estos días de Navidad, los Reyes nos dejaron muchos juguetes». Algunas familias, por diferentes motivos, no pudieron acudir a recogerlos, aunque sea con algún retraso, y lo pudieron hacer ahora. Los juguetes estaban ordenados por edades y parece que ningún pequeño se quedó sin su regalo.

Agridulce retorno al Socorro de los PobresPrimera puerta. Entre las personas que superaron el frío para poder recoger su comida había personas con pasaporte en mano para poder identificarse. Algunos son recién llegados que no tienen otro medio para hacerse con su primer bocado. «Tenemos cada vez, por desgracia, más gente. Hay mucha gente que llega y mientras que los trabajadores sociales les arreglan los papeles, nosotros somos como su primer lugar de emergencia al que acudir», apunta Calvo. El Socorro de los Pobres, continúa, da una ayuda «muy muy básica, una familia no puede subsistir con lo que nosotros damos ni siquiera tres días, somos una pequeña ayuda».

Más fotos: