El Real Madrid ganó con autoridad y buen baloncesto (95-72) este jueves su choque ante un Estrella Roja que dejó de ser líder de la Euroliga en la quinta jornada, un partido redondo de los blancos en el WiZink Center para seguir mejorando juego y sensaciones en un complicado inicio de temporada.
Los de Chus Mateo fueron siempre por delante con una renta que se instauró en los diez puntos y que creció ya a la veintena cerca del descanso. El Madrid defendió, reboteó y movió muy bien el balón en una noche inspirada en el Palacio para ponerse 3-2 en la clasificación europea, igual que un Estrella Roja que venía de perder contra el Barça.
Los blancos tuvieron un actuación coral para confiar en su puesta a punto, con piezas nuevas esta campaña, después de perder cinco de diez partidos. El Madrid se puso en positivo, en general (6-5) y en Euroliga, con la actuación destacada en pocos minutos de Facundo Campazzo (13 puntos sin fallo, seis asistencias y 30 de valoración), Walter Tavares, Eli Endiaye (12 puntos, su récord en la competición), Dzanan Musa (17), Gabi Deck o Mario Hezonja.
El conjunto de la capital se pareció más al de campañas anteriores, con una versión coral que empezó a funcionar desde el primer cuarto (13-4). Hezonja repartió juego, Campazzo dejó dos canastas para enmarcar y los serbios no las vieron venir. Después, el Madrid aumentó su renta con un gran Endiaye (33-18).
La actitud en defensa la puso Xavier Rathan-Mayes pero bajo aros hubo mucha intimidación de Tavares, Serge Ibaka y el propio Endiaye (46-29). Sin necesitar el triple, pero moviendo el balón con calidad y siempre un pase más con toda la intención, el equipo de Mateo anuló a un Estrella Roja aún con el bajón de la derrota en la prórroga contra el Barça.
El líder no se encontró, apenas un poco de Dejan Davidovac o Yago dos Santos, y casi nada en el segundo tiempo, más allá del orgullo de Milos Teodosic. Ante la ausencia de Nemanja Nedovic y Joel Bolomboy, los de Belgrado se quedaron lejos de reunir lo necesario para frenar a un Madrid coral y dispuesto a cuajar esos 40 minutos perfectos. Entrado el tercer cuarto, la misión blanca siguió más que encaminada (67-43).
Los de Mateo no tuvieron piedad y aprovecharon los minutos alegres de un inicio de temporada que encuentra cierta calma con tres victorias seguidas por primera vez. Hugo González y el debutante Sidi Gueye recibieron la alternativa y el Madrid dio otro paso en trayectoria ascendente antes de una ración doble de Euroliga la próxima semana y, encima, a domicilio.