Sobre la incidencia que está teniendo el coronavirus y la gripe en Castilla-La Mancha, el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha explicado que «la última semana del año tuvo una gran subida y la primera del año también ha continuado subiendo, sobre todo de gripe, donde estamos llegando a números de prepandemia».

El consejero dio estas explicaciones esta mañana en Valdepeñas, donde  visitó el hospital para conocer de primera mano la instalación de una nueva resonancia magnética. Fernández Sanz  quiso transmitir un mensaje de tranquilidad, ya que los profesionales están trabajando «muy bien con los planes de contingencia». Explicó que «la media de atenciones en urgencias un día normal es de 2.800». A finales de diciembre se alcanzó un pico máximo de 4.000, pero actualmente se atienden de media al día unas 3.100 urgencias. Eso supone 300 más que lo que se considera un día normal en el sistema sanitario regional. «Esto tensa el sistema, pero no hay colapso», indicó el consejero. 

Fernández Sánz recordó cómo con el uso de la mascarilla y con las campañas de vacunación, la gripe prácticamente había «desaparecido de nuestras vidas»... hasta esta temporada.

Respecto a la vacunación de la gripe, señaló que en los años 2017, 2018 y 2019 había una cobertura del 51 por ciento en prepandemia y durante la etapa Covid ascendió al 80 por ciento. Parece que en estos momentos las cifras rondan la mitad. «Ahora estamos como en la prepandemia y por eso hemos decidido abrir en los puntos de vacunación a todo el mundo e invitamos a que la población se vacune», exhortó.

El consejero tendrá que dar explicaciones sobre esta situación hoy en el plendo las Cortes, pues PP y PSOE han registrado sendas interpelaciones sobre esta materia.

«Preparados» para la vuelta de las mascarillas obligatorias

El Ministerio de Sanidad ha decidido que las mascarillas sean de nuevo obligatorias en los centros de salud y desde el Gobierno regional confirman que  «están preparados» para esta medida. Lo señaló la portavoz del Ejecutivo autonómico, Esther Padilla, que también indicó que también «toda la población está preparada». Como ejemplo comentó que incluso antes de ser obligatoria le han trasladado que en el hospital de Toledo prácticamente todo el mundo la llevaba: «Normalmente la gente ya tiene muy asumido que cuando tiene una infección respiratoria protege a los demás».

Padilla recalcó que el Gobierno de Castilla-La Mancha no se opone a que las mascarillas sean de nuevo obligatorias, pero quería que esta decisión se adoptase «una vez valoradas las alegaciones de las comunidades y escuchados a los técnicos». «Nos gustaría que se hiciera por consenso», insistió.

La portavoz explicó que en relación con los contagios de gripe «este año se ha adelantado esa afluencia, pero no estamos en unos datos que tengamos que alarmarnos».