El juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge ha acordado la apertura de juicio oral contra Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), por el beso no consentido a la delantera Jennifer Hermoso, así como contra el exseleccionador femenino, Jorge Vilda; contra el actual director deportivo de la selección, Albert Luque, y contra el que fuera responsable de Marketing, Rubén Rivera, por presuntas coacciones a la futbolista.
En un auto, recogido por Europa Press, el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 1 da 24 horas a Rubiales para que, en concepto de responsabilidad civil en el caso de que fuese condenado, abone una fianza de 65.000 euros por el delito de agresión sexual. Deberá abonar la misma cantidad de forma conjunta solidaria junto los otros tres acusados por el delito de coacciones.
La resolución, que no es recurrible, señala al Juzgado Central de lo Penal de la Audiencia Nacional como el encargado del enjuiciamiento de este procedimiento en virtud de las penas solicitadas por las acusaciones y da un plazo de diez días a los investigados para que presenten sus escritos de defensa.
Cabe recordar que la Fiscalía de la Audiencia Nacional pide condenar a 2 años y 6 meses a Rubiales: 1 año de prisión por un delito de agresión sexual y 1 año y 6 meses por un delito de coacciones en concepto de autor. El Ministerio Público, además, también pide a la Audiencia Nacional que condene a 1 año y 6 meses de cárcel por un delito de coacciones a Vilda, Luque y Rivera.
El beso "no fue consentido"
Fue el pasado mes de enero cuando el juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge propuso juzgar a Rubiales al considerar que el beso a la jugadora "no fue consentido" y que el exdirigente actuó de forma "unilateral y sorpresiva".
El magistrado, en concreto, aseguraba en su resolución que "las presiones a las que se sometió a la jugadora crearon" en la futbolista de la Selección femenina "una situación de ansiedad e intenso estrés".
Además de a Rubiales, el magistrado también propuso enviar al banquillo a Luque, Vilda y a Rivera por las presiones posteriores a las que se sometió a la jugadora para que accediese a realizar una manifestación pública afirmando que el beso había sido consentido.
El juez afirmaba que existió "una acción concertada de los tres" procesados, acordada con Rubiales "para doblegar la voluntad de Hermoso y conseguir que accediera a grabar un video en el que dijese que el beso había sido consentido".