La asociación Reforesta organizará el sábado la primera jornada de voluntariado para la plantación de árboles y arbustos autóctonos en la provincia, una oportunidad para conocer de cerca la tarea de esta ONG y aprender sobre naturaleza autóctona, biodiversidad, reforestación y agricultura sostenible.
Será en la finca de 1,4 hectáreas que Reforesta posee en Almonacid de Toledo, en un terreno completamente desarbolado y con apenas cobertura vegetal. Y necesitan manos, muchas manos. Concretamente, 60. La jornada se desarrollará en horario de 10 a 14 horas y es imprescindible inscribirse a través de la web de Reforesta. En total, se ofertan 30 plazas.
Los voluntarios recibirán formación previa, para realizar la plantación correctamente, así como información sobre las especies a plantar y sobre los objetivos del proyecto, que forma parte de un programa piloto para la recuperación ambiental de espacios degradados.
Reforesta prevé plantar 570 ejemplares y, además del proceso completo de plantación, consistente en realizar el hoyo con azada, colocar el árbol, tapar el hoyo, hacer alcorque e instalar protector y tutor, los voluntarios realizarán un riego de implantación a cada ejemplar.
Es la segunda actuación de Reforesta en Toledo, tras la plantación de 3.000 árboles en Madridejos en el otoño de 2020. La ONG adquirió la finca de Almonacid de Toledo en 2022 para disponer de espacio para ensayos de plantación y mejora del suelo, y así acrecentar el conocimiento sobre recuperación de espacios degradados.
La finca de Reforesta en Almonacid de Toledo es un terreno situado en un entorno agrícola completamente desarbolado y con apenas cobertura vegetal. En ella no se aprecia ningún avance de la regeneración natural, probablemente debido a la compactación del suelo y a que en el entorno escasea la vegetación silvestre y, por tanto, no llegan semillas.
Toledo, una de las seis provincias españolas con una superficie forestal inferior al 25 por ciento. En las últimas décadas, las zonas agrícolas están experimentando una pérdida intensa de biodiversidad, de suelo y de capacidad para retener el agua de la lluvia. La agricultura intensiva, o el simple agotamiento del suelo tras siglos de explotación y su posterior abandono, han provocado esta situación.