El retorno de Radical

J. A. J. / Toledo
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La conocida marca de discotecas vuelve a establecerse en Toledo tras cerrar su sede en Rielves hace tres años. Abrirá en una sala de fiestas de Illescas todos los domingos del verano

«Es la noticia que más ilusión teníamos en dar, nos vemos cada domingo en la nueva sala Radical de Illescas». Con mensajes como este a través de su perfil en Twitter ha anunciado su retorno a Toledo una franquicia de discotecas que, más allá de gustos, ha dejado una impronta de leyenda en la noche de la provincia. Y es que Radical, tras una década de actividad en una gran sala de fiesta de Rielves, se ha convertido en sinónimo de fiesta desenfrenada y música electrónica. El mito, al que la crisis económica se llevó por delante, volverá a andar el próximo domingo en una sala de fiestas situada en las afueras de la cabecera sagreña.

La celebración de la  Fiesta Naranja el pasado 21 de junio en este recinto, una antigua discoteca de verano cercana al peaje de Yuncos de la AP-41, ha sido la prueba de fuego que ha llevado a los responsables de la marca a reanudar su andadura toledana. El retorno será modesto, toda vez que la Radical illescana sólo tiene prevista su apertura todos los domingos de verano de 18,00 a 00,00 horas. Su sesión de inauguración de este domingo consistirá en una sesión de recuerdo de los temas clásicos de la discoteca a cargo de los residentes  DJ Marta y DJ Juandy, junto a los DJ invitados David de Radical y Miguel DJ.

Radical compartirá el espacio illescano con otras dos marcas de discoteca, Klonk (con sesiones de Tech House en la madrugada del viernes al sábado)y Kea (con sesiones de música de los 80 y 90 en la madrugada del sábado al domingo). La instalación está situada en una zona fabril sin viviendas cercanas, junto a la travesía de la N-401 y en el límite de Illescas con Yuncos.

Más de 20 años de historia. Así se abre una nueva etapa en los más de 20 años que acumula Radical como referente de la música electrónica en España. Su trayectoria arranca en la década de los 90 del siglo pasado en su primera sede en la madrileña Alcalá de Henares. Allí logró atraer a millares de aficionados a las distintas variedades de música de DJ. Estos, cuando la primera sede tuvo que cerrar en el 2000 por una infracción urbanística, siguieron a Radical hasta su siguiente ubicación: Rielves. En esta población vecina a Torrijos, la marca consolidó su trayectoria vinculada a fiestas masivas de un día entero de duración, como la Fiesta Naranja o la Fiesta del Agua, para lo que ponía en marcha su propio servicio de autobuses desde Madrid para dar una mayor comodidad a su clientela.

En el reverso del local, quedan los decomisos de drogas en su entorno, algo habitual en este tipo de establecimientos, y la muerte de una joven tras un desmayo ocurrida en la Fiesta Naranja del 17 de junio de 2007.

La alegría de la Radical fue una de las cosas que se llevó el viento de la crisis económica, con una progresiva reducción de clientela a partir de 2008. Aunque se intentó reinventar la sala de Rielves con  nuevos nombres como Auditorium o City of Sound, en enero de 2011 cerraba y era puesta en venta. Sin embargo, Radical ha dejado una gran estela de nostálgicos de los que ahora depende que su resurrección illescana sea algo más que un sueño de verano.