A Pedro García Aguado se le da bien tratar con la juventud y se adivina pocos minutos después de comenzar la conferencia. Quizá su nombre y apellidos despisten a muchos porque la mayoría le conoce como terapeuta y conductor del programa televisivo ‘Hermano Mayor’, en el que se presentan conflictos de adolescentes y se aplica distintas técnicas de ayuda. Pero a pocos se les escapa la gran conexión que mantiene con los jóvenes por su carácter, su cercanía y, sobre todo, por su experiencia personal, de la que se sirve como ejemplo para que los adolescentes conozcan el problema de las drogas, su esfuerzo y la superación de las adicciones. En definitiva, ‘un viaje de aprendizaje’, que también da título a la conferencia que impartió ayer en la Fábrica de Armas, organizada por el Sindicato Independiente de Enseñanza (FSIE), destinada a los alumnos de Magisterio.
Y nada más apropiado que sacar a la luz las carencias de nuestro sistema educativo, puesto que el público, futuros profesores, tendrá que tener claro cuando imparta clases que no todos los jóvenes son iguales, no todos aprenden a la vez, que los adolescentes viven etapas de inseguridades y en el fondo, «tiene una misión importante porque terminará influyendo en sus vidas».
El presentador considera que «nuestro sistema educativo es muy hermético y obliga a todos los alumnos a pasar por el mismo canal». Y las estadísticas apoyan su argumento porque aún aflora un 30% de fracaso escolar, pero Aguado echa en falta la atención integral de las problemáticas de los alumnos porque, en muchos casos, «se les cuelga el cartel de vagos o de inútiles» sin mirar más allá de ese fracaso.
García entiende el objetivo de conseguir «una igualdad en la enseñanza para todos, pero no todos aprendemos de la misma manera». Por tanto, explicó que los profesores tienen otra complicada tarea entre manos, «definir el éxito y el fracaso» porque la adolescencia encierra «una olimpiada cada día».
Este terapeuta amenizó la charla con pequeños extractos de su vida deportiva como campeón de waterpolo, los éxitos alcanzados por el esfuerzo y la diciplina y los fracasos, puesto que terminó una temporada sumergido en el alcohol y las drogas». A Pedro García no le resulta complicado desnudar esa mala racha, al contrario, lo considera un «ejercicio sanador» porque, en definitiva «el fracaso enseña lo que el éxito oculta». Además, sabe que los ingredientes para la «buena suerte» residen en el conocimiento de uno mismo y en la perseverancia.
Los estudiantes siguieron la charla con gran interés, muchos de ellos sorprendidos porque el ‘Hermano mayor’ de la tele fuera tan simpático, hablara de todo sin tapujos y abordara su pasado en las drogas con naturalidad y sentido del humor. Y entre citas, casos reales y alguna que otra broma, Pedro García hilvanó una amena conferencia.