La asociación Acem Ecologistas de la Manchuela ha advertido de los perjuicios que puede ocasionar una planta de biogás que se quiere instalar en Quintanar de la Orden, ya que se va a ubicar a menos de un kilómetro del casco urbano, lo que puede ocasionar problemas de salud y malos olores en el municipio.
El grupo conservacionista, que forma parte de la coordinadora Stop Ganadería Industrial, ha remitido un escrito al alcalde de Quintanar de la Orden, Juan Carlos Navalón, en el que le informa de las características y del impacto que tendrá esta instalación, que pretende construirse a solo 970 metros del casco urbano, ha informado este viernes en una nota de prensa Acem Ecologistas de la Manchuela.
A la vez, la asociación ecologista ha solicitado al Ayuntamiento de Quintanar de la Orden la información adicional del proyecto de la que disponga y le ha ofrecido su colaboración.
Asimismo, ha recordado que de acuerdo con la normativa de Castilla-La Mancha, si se tratase de una instalación porcina, la planta debería de ubicarse a una distancia mínima de 2.000 metros mientras que estará a menos de un kilómetro del casco urbano, al tratarse de una instalación industrial, a pesar de que recibirá 106.000 toneladas al año de purines, cadáveres, restos de matadero y gallinaza, para convertir esta materia orgánica en biogás.
Al respecto, Acem ha señalado: "No conocemos precedentes de plantas de tratamiento de residuos tan próximas a un núcleo de población", al tiempo que ha advertido: "Resulta más que evidente que se va a generar un problema de olores y de salud en el municipio, se trata de una barbaridad con mayúsculas".
En este sentido, los ecologistas han indicado que el estudio de impacto ambiental de la planta "tiene la misma autoría" que otro proyecto similar en Fuentealbilla (Albacete), que según Acem "comparte idéntico diseño, a la vez que idéntica redacción en todos sus apartados".
"Hasta refleja idéntica producción de biometano, 9.100 m3 diarios, esto a pesar que la primera casi triplica la capacidad de biodigestión anual de la de Quintanar", ha señalado el grupo ecologista, que ha añadido: "Y este hecho llama muy poderosamente la atención a no ser que se trate el uno de una copia hecha a toda prisa del otro".
Además, ha explicado que "en el proyecto, también se puede leer que la intención de los promotores es la tramitación de este como proyecto prioritario, con todo lo que supondría de acceso a financiación y ayudas públicas".
Los conservacionistas han argumentado que "al ser el proyecto calcado de Fuentealbilla, comparte con aquel la misma falta de rigor en los datos y en el diseño debido a la precipitación para obtener fondos europeos", y han considerado que "supone la consagración de un modelo que tiene que ver con una concepción errónea de la economía circular y que a través de fondos públicos pretende pagar los desaguisados ambientales de las grandes cárnicas".