30 años de un sueño que acabó en pesadilla

J. M. Loeches
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El 29 de mayo de 1994 el CD Toledo se quedó sin el soñado ascenso a Primera, con un 4-0 en Valladolid todavía recordado con una mezcla de orgullo y rabia

Aficionados que se desplazaron al José Zorrilla

Minuto 64 del partido. Gol de Paniagua. 1-0. El CD Toledo toma la delantera en la promoción frente al Real Valladolid. Pero hay que visitar el Nuevo José Zorrilla. Durante una semana, el equipo verde soñó con ser de Primera, pero el 29 de mayo de 1994, toda la afición, la que viajó y la que no, se dieron de bruces con la realidad en un partido marcado en rojo para siempre.

Hoy se cumplen 30 años de la aspiración de un club y de toda una ciudad. El sueño acabó en pesadilla, pero nadie podrá eliminar la ilusión vivida durante aquella semana. Ni olvidar a Brito Arceo.

Ni tampoco a los Villalvilla, Moj, Quique, Abel, Camarasa, Moreiras, Dani, Parada, Catali, Pardina y Paniagua. Ese fue el once inicial de aquel partido, aunque también participaron Thompson y Sigüenza. Toño Castro y Marina no pudieron participar porque estaban lesionados.

Imagen del partidoImagen del partido - Foto: Carlos MonroyCon el corto 1-0 de la ida, el equipo toledano se presentó en Valladolid apoyado por más de 8.000 aficionados que esperan celebrar un hito histórico. Pero un saque de puerta de Villalvilla que tocó en la espalda de Alberto, se convirtió en un balón rechazado con el que el sueño empezó a mutar a pesadilla. Gol de Chuchi Macón.

El equipo de Gonzalo Hurtado encajó todavía un tanto más antes del descanso, obra de Juli, pero era necesario mantener la cabeza fría porque un gol metía de nuevo al Toledo en la eliminatoria. El portero Lozano vio cada vez más cerca a los delanteros visitantes, aunque el colegiado no colaboró al pasar por alto dos claros penaltis para los verdes, uno por derribo y otro por manos dentro del área. Y en un par de contragolpes, ya en la recta final, Amavisca sentenció la permanencia de los blanquivioletas.

Entre medias, Moreiras y Dani fueron expulsados, anulando ya cualquier posibilidad de remontada. Las lágrimas de impotencia de jugadores, técnicos, directivos y seguidores no encontraron consuelo posible. Treinta años después, en Toledo se sigue recordando aquel día con una mezcla entre orgullo y rabia. Se sigue suspirando por una etapa que no solo es la dorada del CD Toledo en sus 96 años de vida, sino en la que casi consigue colarse en la Liga de las Estrellas, como se denominaba por entonces al campeonato español.