El Instituto de Comercio Exterior (ICEX) en Castilla-La Mancha ha destacado el hecho de que China vaya a dar el paso de invertir en el exterior, resaltando la oportunidad que supondrá para la región ofrecer las posibilidades que tiene este hecho para que las empresas del país asiático se implanten en la comunidad autónoma.
Así lo ha indicado en declaraciones a Europa Press el director territorial de Comercio y del ICEX en Castilla-La Mancha, Pedro Antonio Morejón, quien ha apuntado ahora a la atracción de la inversión china y no a las exportaciones a este país para sacar "cierto partido".
"Ahí aparece España y Castilla-La Mancha ofreciendo las posibilidades que tienen para que empresas chinas se implanten en Europa y podamos incrementar la colaboración industrial", ha subrayado.
Es por ello por lo que ha indicado que, dejando a un lado las importaciones a China, lo que se pretende ahora es acometer un paso más con la inversión, puesto que este país es ahora mismo "el gran poseedor del capital financiero del mundo" y está haciendo "enormes inversiones" en sectores "críticos" de captación de materias primas sensibles para la economía verde "que todos queremos desarrollar".
En este punto se ha referido a las telecomunicaciones pero, sobre todo, al vehículo eléctrico ya que este país controla toda la cadena de suministro del mismo y los materiales como el litio. "Ha encontrado la panacea porque tiene un mercado enorme deseoso de captar y tener vehículos eléctricos y el sector automoción europeo no ha sido tan rápido".
Balanza comercial con Castilla-La Mancha. Todo ello frente a la balanza comercial que China tiene con la región, en la que Morejón ha indicado que Castilla-La Mancha ha culminado 2023 con unas exportaciones con China de 250 millones de euros frente a los 1.400 millones de euros en importaciones de sus productos hacia la comunidad autónoma.
Una balanza comercial "enormemente deficitaria" para Morejón, que ha añadido que desde la región se exportan a China productos "más tradicionales" mientras que de allí se importan componentes eléctricos, bienes de consumo, muebles y textil sobre todo. "China lo abarca todo y lo que queremos es que esa balanza tan desequilibrada se vaya compensando".
Algo que ha reconocido que va a ser "muy difícil" aunque ha dicho que hay "un hueco" que se puede aprovechar para aumentar las exportaciones regionales dado de que China tiene más de 100 millones de habitantes de clase media que no quieren productos chinos sino europeos, de marca y de calidad.
Por lo que ha considerado que abre "grandes expectativas" para empresas europeas, nacionales y castellano-manchegas que vendan marca, "que va a tener que ir dirigida a esa clase social china que se ha ido haciendo rica y que viaja por el mundo y que quiere tener a su disposición esos productos que encuentra en las calles comerciales de Londres, de Madrid o de París".