Toledo luce de una manera especial esta semana. Cada rincón y cada calle empedrada, cargada de historia, está adornada con flores, haciendo de este Corpus uno de los momentos más esperados y celebrados por los vecinos y vecinas de la ciudad. Este evento transforma el paisaje urbano, añadiendo un toque de color y vida que realza la belleza de Toledo y su patrimonio histórico.

En el Pabellón de San Lázaro, convertido en un taller improvisado, un equipo de personas trabaja sin descanso para asegurarse de que todo esté listo para la procesión. Este año, se están colocando 50.000 tallos y 1.200 plantas a lo largo del recorrido procesional. La dedicación y el esfuerzo detrás de esta labor son impresionantes, y el resultado es una ciudad decorada de una manera única.

En esta edición del Corpus, participan 70 profesionales del arte floral. De estos, 20 son de Toledo, mientras que el resto proviene de diversas comunidades de España, como Andalucía, Cataluña e incluso Canarias. Esta diversidad de participantes asegura que las decoraciones florales sean de la más alta calidad y variedad, uniendo lo mejor del talento creativo de todo el país.

Toledo florece: 50.000 tallos y 1.200 plantas

Presente en el San Lázaro, el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, destacando la importancia y el impacto de esta colaboración: «Las mejores creaciones de toda España se reúnen aquí en el Corpus, transformando nuestra ciudad en la capital de la flor y la decoración durante estos días». Estas palabras reflejan el orgullo y la satisfacción de ver a Toledo convertirse en un referente nacional en términos de decoración floral y celebración festiva.

Por su parte, la presidenta de la Asociación de Floristas de Toledo, Irene Martín-Maestro Gómez, reconoce sentirse orgullosa por desarrollar este proyecto cada año porque «Toledo atrapa, tiene un valor incalculable, es una maravilla y nos encanta poder hacerlo».

El Corpus de Toledo es, sin duda, un ejemplo perfecto de cómo la tradición, la creatividad y el esfuerzo colectivo pueden transformar un espacio y crear una experiencia inolvidable. Cada flor, cada adorno es un testimonio del trabajo arduo y del amor por la ciudad, haciendo de esta celebración un evento realmente especial.