Parece que todo lo que toca la asociación ‘Suerte y al Toro’ de Illescas, suena a triunfo y a éxito. Un grupo de jóvenes aficionados con un amor desmedido por la fiesta nacional y en especial por el festejo popular. Llevan varias ediciones en marzo y septiembre, apostando por adquirir un toro de gran trapío que se pueda lucir en el bonito illescano.
La suerte se puso de cara cuando tras estar de sobrero en Pamplona en la corrida de Miura, ‘Hornachuelo’ se ponía a la venta y la asociación lo adquirió a la Casa de Misericordia de Pamplona. Una gran labor publicitaria, plago las redes sociales y toda la comarca que sabían que el toro cárdeno.
El destino del serio toro fue Illescas, y el fin de semana fue soltado en modalidad de ‘Toro del cajón’. Fue conducido por el ruedo el cajón de suelta por dos caballos que lo situaron en la posición correcta. Aquí todos colaboran y ya se les nota la experiencia de celebrar este año el V aniversario. Cruzo el ruedo un joven aficionado que portaba la divisa simulada con los colores de la vacada, verde y rojo, que se entregó a los encargados de soltar el toro. Cosa curiosa fue que, mediante un pegamento de fuerza, le fueron colocados los lazos en el morrillo del animal.
Salida del cajón de ‘Hornachuelo’. - Foto: Alejandro LaraMomento entonces de levantar la trampilla que dos valientes, abrazados recibieron al astado a escasos metros. La salida fue impetuosa y de decanto por el joven de su izquierda al que hizo hilo hasta casi las tablas. La seriedad del toro, hizo que en el ruedo no hubiese tanta gente como en otras ocasiones.
Eso si en los tendidos no cabía ni un alma, casi seis mil personas se acercaron hasta la cubierta de Illescas a continuar con esta tradición en las fiestas de la Virgen de la Caridad. Este año hubo algo más de organización y cuando los valientes quisieron recortar al toro, tenían que guardar riguroso orden tras los pastores que controlaban férreamente el ruedo. Hubo quiebros, saltos y mucho riesgo ante los astifinos pitones de ‘Hornachuelo’, atreviéndose alguno a coger capote y muleta y disfrutar de las embestidas del toro, ante la atenta mirada de Antonio Campanero, director de lidia del festejo.
El evento sirvió para premiar al ganador del concurso de fotografía del año pasado, cuyo galardón recayó en Alejandro Lara, que colabora con sus imágenes en La Tribuna de Toledo. Fotografía de familia de los miembros de la asociación a modo de reconocimiento al gran trabajo efectuado.
Pero no quedó aquí su trabajo pues se llevó a cabo un concurso de recortes con erales de ‘El Trébol’ y un impresionante toro para la final de Tardieu Freres, ganadería francesa. Hubo que cambiar un novillo de clasificación por su evidente mansedumbre y salió en su lugar uno de Sagrario Huertas que dio un gran juego. Al final el jurado decidió que el ganador fuera ‘El Peta’.