Se vieron goles en el San Francisco por fin. El CD Toledo fue quien le quitó el precinto al campo del Torrijos con una victoria necesaria y reparadora. Y eso que el equipo local se puso por delante con un penalti tan claro como infantil. Pero, con espacios, la maquinaria se puso a rodar hasta que fueron cayendo los goles, gracias a un inspirado Pepe Delgado.

En la batalla por marcar primero en este campo, ambos equipos entraron con ganas de tener presencia arriba. El primero que asustó fue el rojiblanco, con un lanzamiento directo de Collado que salió ajustado por encima de la escuadra. El CD Toledo replicó con una internada por la izquierda resuelta por Pepe Delgado a la salida de Pedraza. Levantó la pelota demasiado.

Quizás en el San Francisco no sea sencillo controlar los partidos. Los de verde llevaron el peso y el Torrijos, al recuperar, intentó salir con velocidad. Poco más. En el minuto 13, otra llegada por el costado izquierdo le estuvo a punto de costar el 0-1 a los de casa. Rodri recogió un rechazo, pero su lanzamiento se marchó demasiado alto.

Con jugadas bien trenzadas, el equipo de Rubén Gala estaba destrozando a la defensa del CD Torrijos. A ello colaboró Piochi con su calidad y Pepe Delgado con sus desmarques al espacio. Pero a partir del minuto 15, el derbi entró en una fase de mayor querencia en el área para los de Fran Sánchez. Sin tanto peligro, la verdad.

Pero aceleró otra vez el Toledo de una manera brutal. Dispuso de varios disparos, siempre taponados por los defensores. El Torrijos no se estaba encerrando, todo lo contrario, y eso le estaba costando recibir llegadas con asiduidad.

Sin embargo, la mejor ocasión se la fabricó Pedro Dango él solito. Quebró a Fontanello y se marchó para encarar a Yelco. No pudo con él. No la colocó, y no le sirvió con la fuerza que le dio al lanzamiento. Poco después se pidió un penalti de Ramón sobre el delantero. No se pitó. Pero sí un agarrón de Oliva sobre Pitingo. Collado ejecutó el tiro, y le quitó la etiqueta al San Francisco esta temporada.

La lógica reacción del Toledo no tardó en llegar. Un poco de la misma manera, intentando trenzar jugadas. Faltó el pase idóneo en todo momento. Al Torrijos, sin embargo, le hacía falta también poquito para ver en acción a Yelco. Collado puso una falta al área, desde el lado derecho, que Murillo cabeceó hacia la portería. Ahí estuvo el guardameta.

Una de las últimas jugadas señaladas de la primera parte fue una falta lateral que Manu Gavilán remató a duras penas. Pedraza estaba atento por si acaso. Tampoco quiso entrar un centro chut de Angelito que se paseó por el larguero.

El segundo periodo arrancó a pedir de boca para el CD Toledo. Pepe Delgado le echó tesón para conducir la pelota hasta casi Pedraza. Fue inteligente, porque sabía que Angelito estaba desmarcado en el lado izquierdo. Y el '19' recortó a un rival y marcó a portería vacía. El encuentro lo quería poner de su lado el equipo verde. Y lo logró. Después de un par de acercamientos peligrosos y pedir hasta un penalti, Pepe recibió otro balón a espacio, esta vez escorado a la izquierda, y salvó perfectamente la salida de Pedraza para marcar el 1-2.

Pero aún le quedaban emociones fuertes al derbi. Una falta pegada a la cal salió rebotada hacia atrás. Ahí estaba Altaír para enganchar un zurdazo que se metió por toda la escuadra. Fran Sánchez aprovechó para hacer un triple cambio. Y ofensivo. Justo en ese momento, Pepe Delgado cazó otro balón en el área para poner por delante de nuevo al Toledo.

Entre Unax y Manu Gavilán quisieron el cuarto. No les salió. El vasco estuvo muy móvil durante todo el partido y con su desequilibrio mereció apuntarse a la fiesta. Lo hizo como asistente, pues, después de su enésimo caracoleo, dejó solo a Manu Gavilán frente a la portería. Batió al cancerbero sin piedad (2-4).

Ya con todo resuelto, Rubén Gala hizo debutar a Loren. Además, quitó a Unax para dar minutos a Naranjo. Pero el que la tuvo fue Pepe Delgado. Incansable. Precisamente porque sí estaba cansado, ya no supo definir frente a la portería, pero se desmarcó entre los centrales como un avión. Se estaba mascando el quinto. Piochi andaba por ahí, y Manu Gavilán en zona de remate. El cuero salió rebotado al pal y afuera sin saber cómo.

Quedaban cinco minutos. Gala aprovechó para cambiar alguna pieza más y perder algo de tiempo. El objetivo ya estaba cumplido. Se iba a ganar de nuevo fuera de casa, algo que no sucedía desde el 10 de septiembre. Demasiado para un equipo que, por supuesto, está a tiempo de (casi) todo.