Los Emmy se reinventan en su 75 cumpleaños

EFE
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Los premios celebran un aniversario clave con la satifacción de que su última gala, que tuvo que ser pospuesta por la huelga de Hollywood, ha vuelto a recuperar crédito y audiencia

El reparto de la serie ‘Successión’, que fue la gran ganadora hace un par de semanas en su última edición - Foto: CAROLINE BREHMAN/EFE

Entradas a 5 dólares, un coqueto bar de billares en una de las arterias principales de Los Ángeles y emitidos en una cadena local. Así fue la primera ceremonia de los prestigiosos premios Emmy, que acabar de cumplir 75 años de reconocimiento a la élite televisiva.

Aquel 25 de enero de 1949, la Academia de la Televisión de Estados Unidos apenas repartió un puñado de galardones en el Hollywood Athletic Club que, entre otros, fueron a parar al concurso Pantomime Quiz como el programa más popular y a Shirley Dinsdale como la personalidad del año en la pequeña pantalla.

Era el inicio de todo pero también el final de un proceso en el que sus fundadores debatieron arduamente si llamarlos premios Ike, por el tubo iconoscopio que usaban las cámaras entonces, o Immy, en honor al orticón, un instrumento fundamental en el desarrollo técnico de este formato.

Kieran Culkin fue elegido mejor actor de drama.Kieran Culkin fue elegido mejor actor de drama. - Foto: CAROLINE BREHMANSe acabaron decantando por la segunda, pero en una versión feminizada, Emmy, debido a que la estatuilla fue creada por el ingeniero Louis McManus y usó a su esposa como modelo para el diseño definitivo de una musa alada elevando un electrón.

La popularidad de los galardones crecía cada año ante un público fascinado por la televisión, escasos canales donde elegir y galas con performances medidas al milímetro para ser recordadas.

«La televisión ahora está cada vez más especializada. Cuando había unas pocas cadenas, los programas se diseñaban para un público general (...) Ahora son raros los momentos en los que el país participa en una experiencia de visionado compartida», reconoce Christopher Chávez, profesor de Publicidad en la Universidad de Oregón.

La gala homenajeó a series míticas como ‘Cheers’.La gala homenajeó a series míticas como ‘Cheers’. - Foto: ALLISON DINNERPara la historia quedan el premio a la personalidad televisiva en 1951 para Groucho Marx; la aparición de Richard Nixon, que aún no se había convertido en presidente del país, dando paso al dúo cómico Nichols y May en el año 1959; o la victoria ese mismo año de Harry Belafonte, primer afroamericano en ganar un Emmy.

A principios de la década de los 70 comenzó una diversificación de los premios con los Emmy Internacionales, para producciones emitidas inicialmente fuera de EEUU, y a mediados de esa década surgen los Daytime Emmy, que se mantienen aún para laurear a programas diurnos.

Cambio de paradigma

Se acercaba el auge de la televisión por cable, que cristaliza en los ochenta en Estados Unidos, y la Academia de la Televisión amagó con productos nuevos como los Super Emmy, que enfrentaron únicamente en 1974 a ganadores de drama y comedia para decidir el premio al mejor actor del año.

Jeremy Allen White, protagonista de ‘The Bear’.Jeremy Allen White, protagonista de ‘The Bear’. - Foto: ALLISON DINNERDesde que se permitió en 1988 a los programas emitidos por cable competir en los galardones, hasta entonces reservados a canales comerciales (públicos), las producciones del nuevo modelo impusieron su dominio.

David Thorburn, profesor del Instituto de Tecnología de Massachusetts y que está enfocado en estudios de medios, sitúa el cambio de paradigma en el estreno de la serie Los Soprano en el año 1999. «Esta producción de ficción supuso la culminación del primer programa por cable con mayor audiencia que uno de cadena comercial», rememora.

Comedias icónicas como Frasier o Los Simpsons iniciaron entonces su legado como las series más premiadas en la historia de los premios, 37 reconocimientos tienen cada una, que más tarde fue superado por Juego de Tronos, con un total de 59 galardones.

La caída de audiencia

Así se llega al contexto actual de un mercado de streaming con gran variedad de series que ha repartido las audiencias mientras la Academia de la Televisión toca fondo y la entrega de los premios correspondientes a 2022 registró su mínimo histórico de cuota de pantalla.

Joe Saltzman, profesor de la Universidad del Sur de California, achaca parte de esta falta de interés a que el jurado «rara vez ve todos los programas» debido al enorme abanico y solo elige «al que más les ha gustado y a todos sus participantes». «Esto hace que la entrega sea tediosa y no siempre justa», sentenció.

Otros expertos como Robert Thompson, fundador del Centro Bleier para la Televisión, deslizan a la «remota» posibilidad de que desde ahora los Emmy puedan «considerar producciones o programas realizados en plataformas como TikTok, YouTube o Twitch para conectar con nuevas generaciones.