La propiedad del edificio de Tresku, vallado desde hace algo más de tres semanas tras el derrumbe de parte de la cornisa, se encargará de realizar las mejoras pertinentes solicitadas por el Ayuntamiento para garantizar la seguridad de la ciudadanía. Así lo ha confirmado a La Tribuna el concejal de Obras yUrbanismo, Benedicto García, asegurando que han manifestado su «disponibilidad» al Consistorio talaverano.

El responsable municipal explica que se han puesto en contacto con la propiedad y les han trasladado el informe técnico y la obligación de llevar a cabo la reforma pertinente, a pesar de la dificultad porque «son muchos». Lo han hecho en algunos casos a través de correos certificados, por lo que se ha tardado más de lo esperado, pero finalmente la respuesta ha sido positiva.

De no haber sido así, el Ayuntamiento hubiera tomado la iniciativa de repararlo y después trasladarlo a la propiedad con carácter subsidiario, aunque no ha sido necesario. «Lo van a reparar ellos, además ya sabemos que se han puesto en contacto con alguna empresa de construcción», añade el edil.

No se conocen aún los plazos para la reparación, pero será pronto, principalmente para mejorar la seguridad de la zona y eliminar el vallado que impide el acceso por la acera, entre la avenida de Toledo y la de Extremadura, que ahora obliga a dar la vuelta a los peatones. No obstante, no siempre se cumple con esta prohibición y muchos ciudadanos atraviesan la esquina por la misma calzada, fuera de la acera, a escasos metros del paso de vehículos, con el peligro que esto supone.

Por ello, desde el Ayuntamiento piden precaución a los talaveranos a pesar del inconveniente que supone modificar su recorrido, «pero lo primero es la seguridad».

El edificio Tresku permanece acordonado tras el derrumbe de la cornisa de este inmueble que lleva sin uso desde hace décadas y que está en la lista roja de patrimonio de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo por su estado de ruina.

El suceso se produjo a media tarde del pasado 17 de octubre y hasta el lugar se desplazaron tanto bomberos del Consorcio Provincial como Policía Local. Los bomberos acordonaron todo el edificio, cerrando el paso a los peatones por este tramo en la confluencia de la avenida de Extremadura con la de Toledo, y procedieron a sanear la estructura y a apuntalar el inmueble, para evitar que sigan cayendo cascotes.