Fernando Lominchar reconoció su felicidad al haber conseguido la victoria en el derbi contra el CD Cazalegas Élite Ébora Formación, y lograr así la permanencia del CD Villacañas una temporada más. El entrenador reconoció que «se ha cumplido el objetivo para el que vine, y qué mejor sitio que tu pueblo, el que te ha visto crecer como persona y como entrenador».
Desde su punto de vista, costó ajustar cosas en los primeros minutos, evidentemente, porque enfrente había «un rival muy dinámico». Sin embargo, apretar arriba y dar un paso adelante permitió al conjunto rojillo encontrarse «más cómodo».
Dice el preparador villacañero que su plantilla estaba «muy concienciada de que esta era la final de las finalísimas», y por eso se sacó adelante. Reiteró su felicidad y su agradecimiento al club porque «nadie sabe lo que pasa en un vestuario».
De esta manera, tampoco quiso revelar nada de su futuro, solo comentó que es «momento de disfrutar, desconectar y cargar las pilas, porque es desgastante». Por último, quiso acordarse de un exjugador, Francesc Chulià, que tuvo que abandonar la plantilla a mitad de esta temporada.
De todos modos, el gran objetivo de este curso para el conjunto rojillo era estar peleando por los puestos cabeceros, tras los refuerzos de Kain y Mazzocchi. Sin embargo, una plaga de lesiones en las primeras jornadas echó al traste la misión, y se llevó por delante también al entrenador que empezó, Pedro Velasco.