La Federación de Asociaciones de Alzheimer de Castilla-La Mancha (Fedacam) ha presentado en Toledo la 'guía básica para cuidar de personas con Alzheimer (Guía de cuidados para la familia, la ciencia y sus perspectivas de futuro)' que en menos de 50 páginas redactadas por profesionales de diversas ramas ofrece un recorrido muy completo sobre las claves para entender la enfermedad desde puntos de vista prácticos.

Inés María Losa Lara, presidenta de Fedacam, señala que la guía ha sido escrita «desde la profesionalidad y el cariño» para facilitar su tarea a cuidadores y familiares

Dice que el Alzheimer es la auténtica pandemia del siglo XXI y que en pocos años España va a ser el país con la población más envejecida del mundo, lo que producirá, entre otros efectos, un mayor número de casos de demencia que es una enfermedad que hoy por hoy no tiene cura.

«Afortunadamente muchos profesionales se están dedicando a la investigación y hay que seguir reivindicando que se dediquen más recursos» es esa labor, indica, porque si bien las asociaciones hacen mucho por las personas y las familias su capacidad es limitada y «no pueden hacer nada por curar; la cura solo vendrá del lado de la investigación». De ahí su insistencia en la necesidad de que se invierta cada vez más ya que «cuando las instituciones quieren la investigación va rápida como se ha comprobado con la Covid-19», que de forma muy rápida ha logrado las vacunas para frenar el virus.

La doctora María Eugenia González Barderas, responsable del Laboratorio de Fisiopatología Vascular del Hospital de Parapléjicos y una de las personas que han redactado la guía, señala que empezó su relación con esta enfermedad para saber cómo afecta el Alzheimer a las dolencias cardiovasculares, y los factores de riesgo que potencian la demencia, con la finalidad de prevenir.

Puntualiza que la línea de investigación principal se centra en la medicina de precisión o personalizada «dirigida a la salud, no ha la enfermedad, para evitar que se llegue a producir» enfermedades que una vez se declaran son mucho más difíciles de tratar.

Se estima que en Castilla la Mancha pueden estar afectadas unas 56.000 personas (pero como implica también a los cuidadores la cifra puede llegar hasta las 200.000). Precisamente la elaboración de un censo concreto es otra reivindicación para tener datos más exactos y poder actuar mejor en cuanto a prevención.

El Alzheimer no es una enfermedad genética (aunque hay factores de riesgo familiares con mayor predisposición) y cambiando el estilo de vida se puede intentar frenar el desarrollo de la patología.