Centenares de hosteleros de la región se han manifestado hoy en la capital regional para exigir a la Junta de Comunidades que relaje las restricciones del nivel 3 reforzado vigentes en Castilla-La Mancha y que mantiene locales y terrazas de hostelería cerradas, ya que sólo está permitida la comida para llevar. La manifestación del sector de la hostelería regional ha acabado en la sede de la Presidencia, el Palacio de Fuensalida, donde simbólicamente han roto unos platos. Se quejan de que han parado a algunos coches que venían a Toledo desde Ciudad Real. El presidente de la Federación regional José Crespo pidió antes de empezar que fueran con mascarillas y guardando bien la distancia. «Debemos ser cívicos y pacíficos en la manifestación, pero contundentes», les pidió.
El presidente de la asociación de Albacete David Giménez reclama que «en País Vasco han dejado abrir y nosotros vamos a ser los siguientes».
Es la tercera manifestación convocada por el sector de la hostelería en Toledo en una semana. Las dos anteriores, que fueron motorizadas, fueron convocada por la Plataforma de Hosteleros de Toledo.
Un Consejo de Gobierno Extraordinario decidirá mañana si se pueden relajar las medidas del nivel 3 reforzado en función de la evolución de la tercera ola de pandemia que parece que va remitiendo en Castilla-La Mancha al reducirse el número de contagios y la presión hospitalaria. La relajación de las restricciones beneficiarían a sectores como el de la hostelería o al comercio de más de 300 metros cuadrados que llevan cerrados 23 días.