Frente a la crítica, Gareth Southgate sigue adelante en la selección inglesa, clasificada para las cuartas semifinales de su historia en la Eurocopa; las dos últimas dirigidas por un entrenador siempre en entredicho, que también alcanzó esta ronda en el Mundial en 2018, cumplió 100 partidos en el banquillo del equipo nacional y quiere más en Alemania 2024, a un solo paso del título.
En las 15 ediciones precedentes, con la participación del bloque británico en nueve de ellas, llegó dos veces a la penúltima ronda: una en 1996, con Terry Venables como entrenador, Alan Shearer como goleador y el propio Southgate como jugador, cuando Alemania la doblegó en los penaltis; otra en 1968, con Gordon Banks, Bobby Moore o Bobby Charlton, cuando Yugoslavia la superó por 1-0 en la primera ocasión que alcanzó hasta esa instancia.
Southgate ha provocado las dos últimas. Dos de dos. En la Eurocopa multinacional de 2021, con la Final a Cuatro en su propio territorio, cuando se presentó en la final en Wembley, perdida en los penaltis por las paradas de Gianluigi Donnarumma e Italia. Y ahora, cuando más dudas surgían, cuantas más críticas despertaba, al borde del desplome contra Eslovaquia en los octavos de final, está de nuevo ahí. A dos pasos del primer título europeo.