Mientras la Unión Europea (UE) se prepara para las próximas elecciones que tendrán lugar del 6 al 9 de junio, COPA (representante de agricultores y ganaderos ante las autoridades comunitarias) y COGECA (cooperativas) han hecho público, bajo el título 'Restablecer la agricultura como un recurso estratégico de la UE', su Manifiesto Electoral Europeo durante la reunión de su asamblea general y en presencia de representantes de los principales grupos políticos de la UE. Elaborado con el aprendizaje del mandato 2019-2024 y con el objetivo de recuperar un pensamiento estratégico para la agricultura de la UE, el manifiesto esboza siete prioridades clave para la próxima legislatura de la Comisión Europea, acompañadas de cuatro facilitadores cruciales para volver a encarrilar la agricultura.
«La agricultura siempre ha sido una piedra angular del proyecto europeo, desempeñando un papel estratégico en la economía y garantizando la autonomía alimentaria de la UE. Sin embargo, a medida que aumentan los desafíos para el sector agrícola, es crucial volver a centrarse en las zonas rurales y la agricultura para recuperar la brújula agrícola de la UE. El reciente aumento de las protestas agrarias subraya la urgencia de esta cuestión y pone de relieve la necesidad de que la Unión Europea dé prioridad a las zonas rurales y a la agricultura en su agenda política», declaró Lennart Nilsson, presidente de COGECA, al presentar el manifiesto.
El documento presentado enumera los numerosos retos a los que se enfrentará el sector primario durante la legislatura 2024-2029, mostrando la necesidad de que la UE establezca prioridades para preparar la agricultura de 2030. COPA y COGECA establecen siete puntos claves en su manifiesto, así como una serie de propuestas políticas concretas, que se presentarán con mayor detalle durante la campaña electoral europea.
Además de estas prioridades, el documento identifica cuatro elementos facilitadores de políticas transversales de la UE basados en las principales lecciones aprendidas del mandato actual. COPA y COGECA piden una verdadera revisión del presupuesto agrícola para alinear las ambiciones medioambientales, geopolíticas y financieras. Esto solo debería ser posible tras una evaluación global del impacto de las actuales políticas agrarias al inicio del próximo mandato, exponen, así como después de realizar estudios de viabilidad sobre nuevas propuestas. Las organizaciones agrarias europeas insisten también en la creciente necesidad de coherencia entre la política comercial de la UE y sus ambiciones para el mercado interior. Por último, desde el punto de vista institucional, ambos organismos presentan dos fuertes demandas: un comisario europeo de Agricultura y Zonas Rurales con el papel de vicepresidente y un refuerzo de los grupos de diálogo estratégico como herramienta imprescindible a largo plazo para la Comisión.
«Durante el mandato 2019-2024 hemos tenido que hacer frente a un tsunami normativo en materia agraria con las políticas derivadas del Green Deal (Pacto Verde Europeo). En el próximo mandato queremos menos regulación, pero mejor, con menos enfoque descendente, debidamente financiada y centrada en la aplicación sobre el terreno. Sabemos que esto es posible, lo vemos hoy con el diálogo estratégico. Seguimos siendo europeos convencidos y hacemos un llamamiento a todos los votantes rurales para que se movilicen en estas elecciones», declaró Christiane Lambert, presidenta de COPA, en su conclusión.

Puntos clave que proponen COPA y COGECA en su manifiesto.

1.-Conciliar la mitigación del cambio climático, la conservación de la naturaleza y la producción de alimentos.

Los agricultores, ganaderos, propietarios forestales y sus cooperativas han redoblado esfuerzos para integrar la sostenibilidad en sus prácticas cotidianas y todo ello ha acarreado un coste. Si bien hay mayores exigencias para ir más allá en materia de sostenibilidad medioambiental y social, los agricultores europeos solo podrán satisfacerlas si se salvaguarda su competitividad, aseguran COPA y COGECA. Para ello se debe garantizar, con carácter urgente, una renta digna a los 9 millones de explotaciones agropecuarias; además es necesario conceder y ejecutar exenciones efectivas a la legislación de competencia en favor de los productores primarios; y también es indispensable fomentar e incentivar las cadenas de valor cortas y las redes de mercados de productores, puesto que estos mercados han demostrado ser una salida comercial importante para los agricultores y un modelo positivo para el consumidor.

2.-Reforzar la competitividad y la rentabilidad del sector agropecuario de la UE y mantener su potencial de producción sostenible.

Ambas organizaciones creen firmemente que la actividad agroganadera, la conservación de la naturaleza y la mitigación del cambio climático pueden ir de la mano. Por ello reclaman una Ley sobre la Restauración de la Agricultura, una iniciativa política que debería tener como objetivo fortalecer la viabilidad social y la rentabilidad económica del sector agrícola, al tiempo que se garantiza la adaptación y la mitigación ambiental. Asimismo, piden que se conciban medidas de mercado y de gestión de riesgos más eficaces y reactivas para que los agricultores dispongan de una caja de herramientas con instrumentos viables y económicos para gestionar esos riesgos.

3.-Asegurar la transición generacional en el sector agropecuario.

El relevo generacional en el sector agropecuario será uno de los desafíos más importantes para la próxima Comisión Europea. De hecho, se ha convertido en un tema central en numerosos debates sobre agricultura, por lo que es esencial que la UE lo considere un tema prioritario, aseguran. COPA y COGECA instan a la Comisión a elaborar una estrategia comunitaria ambiciosa y exhaustiva sobre el relevo generacional en el sector agropecuario, junto a la que piden que se incluya una «verificación de la situación socioeconómica de los jóvenes agricultores» en toda la normativa agraria, climática o ambiental futura. Además mantienen que, aparte de las ayudas de la PAC, se deben explorar medidas específicas para los jóvenes agricultores.

4.-Mejorar la sanidad vegetal y la salud y el bienestar animal fomentando la investigación, la innovación y las tecnologías digitales.

En el futuro, los agricultores deberán cultivar con menos recursos naturales y también hacer frente a otros efectos derivados del cambio climático, como nuevas plagas y enfermedades; al mismo tiempo, tendrán que reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mantener la misma productividad en la misma extensión de tierras. Por otra parte, la salvaguarda de la salud de los cultivos es, en sí misma, piedra angular de la totalidad de las actividades agrícolas de la Unión Europea. En este sentido, la agricultura digital representa una oportunidad sin precedentes para crear valor y oportunidades de negocio mediante la aplicación de soluciones basadas en datos.
Por ello, COPA y COGECA piden que las nuevas sustancias activas con un menor impacto medioambiental y sanitario, ya sean de origen químico-sintético o biológico, se aprueben a tiempo y se desarrollen rápidamente en el próximo mandato de la Comisión Europea. También hace falta un marco normativo sólido, proporcional y científico sobre las variedades vegetales obtenidas mediante nuevas técnicas que ya esté en vigor desde el comienzo del próximo mandato. La innovación en el sector de la obtención vegetal es uno de los instrumentos que permitirá a la agricultura europea llevar a cabo con éxito las transiciones que le corresponden. Asimismo, solicitan una estrategia sobre fertilizantes que aporte autonomía estratégica en este ámbito, garantice la transparencia en el mercado de la UE y reconozca el papel de la economía circular.
Por otra parte, consideran imprescindible que la revisión de la legislación sobre bienestar animal se ampare en el criterio científico y en estudios de viabilidad que tengan en cuenta las repercusiones en el comercio y la competitividad, y contemplen periodos transitorios apropiados. En el último punto de este apartado, COPA y COGECA reclaman la aplicación del principio de precaución con los productos cultivados en laboratorio.

5.-Estimular la contribución de los agricultores, ganaderos y propietarios forestales de la UE en favor de las renovables y la bioeconomía.

La invasión rusa de Ucrania puso aún más de manifiesto que la UE necesita vías alternativas para garantizar su suministro de energía y promover el uso de materias primas locales. Los agricultores y ganaderos europeos, los propietarios forestales y sus cooperativas pueden desempeñar un papel clave en el desarrollo de la bioeconomía en la UE, incluido el desarrollo de energías renovables y la sustitución de combustibles y materiales fósiles. Pero todas las propuestas de la UE en ese sentido deberían obedecer a un enfoque coherente que respete el principio de la neutralidad tecnológica. Las organizaciones instan a aprovechar el techo mismo de las explotaciones agrícolas o los establos para producir electricidad o incluso llegar a instalar dispositivos para la generación de energía eólica en ellos.

6.-Consolidar la resiliencia y competitividad de las cooperativas que operan en los sectores agroalimentario y forestal.

Las cooperativas agrarias desempeñan un papel clave en el sector primario y en el desarrollo sostenible de la sociedad y la economía. Para impulsar la competitividad de las cooperativas agrarias, maximizar su contribución al crecimiento sostenible y evitar poner en peligro las externalidades positivas que generan, COPA y COGECA consideran esencial que las instituciones europeas consideren las necesidades específicas y los elementos de gobernanza de las cooperativas. Además creen que se puede sacar partido al potencial de las cooperativas agrarias en lo que respecta a concretar proyectos y productos sostenibles.

7.-Invertir e innovar en zonas rurales dinámicas.

Al ser los agricultores, ganaderos y propietarios forestales la espina dorsal que vertebra las zonas rurales y asegura su dinamismo, ellos y sus familias necesitan unas condiciones de vida y de trabajo adecuadas, además de acceso a servicios y educación. Las dos organizaciones piden que se proponga un plan de infraestructura rural que apuntale y ejecute la visión a largo plazo para las zonas rurales de aquí a 2040. Por último añaden que también se precisa una estrategia que defina e instaure programas y objetivos de mejora de la infraestructura de riego.