¿Qué partes de realidad existen en el Quijote?

Á. de la Paz
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Un documental explora las huellas de autenticidad, el «soporte al que Cervantes acude», que hay en las localizaciones y los personajes que protagonizan la gran novela de caballerías

El documental se presentó en la Biblioteca de Castilla-La Mancha. - Foto: La Tribuna

La Biblioteca de Castilla-La Mancha acogió la presentación en Toledo de Descubriendo el Quijote, una obra audiovisual que explora la posible realidad que esconde la obra escrita por Miguel de Cervantes. El documental esboza diferentes teorías respecto a los personajes y las localizaciones de la novela, una estructura que pudo ser incorporada por el autor a partir de elementos existentes. Se trata de un montaje de 68 minutos de duración que rastrea las trazas de veracidad existentes en el libro más importante de la lengua española.

Fran Fernández, responsable de la productora Cultura Fascinante, traslada a la pantalla el espíritu de Las otras vidas de don Quijote: ¿Fue el ingenioso hidalgo de La Mancha una persona real?, un libro de Javier Escudero que ahonda en los elementos reales de la gran novela cervantina. La teoría de Escudero niega a la creación literaria su condición íntegramente fantástica. La búsqueda del «soporte principal al que Cervantes acude» para la construcción de su obra se adivina como el principal objetivo del audiovisual.

Descubriendo el Quijote se adentra en las diferentes «teorías que hay» y las expone. Escudero, entretanto, desmenuza los resultados de su tesis doctoral, Prosopografía de personajes reales cervantinos en La Mancha: un reflejo de la sociedad rural de El Toboso a finales del siglo XVI, defendida en la UCLM en 2020, una investigación que nutre el ensayo de Las otras vidas de Don Quijote. «Pone encima de la mesa un escenario asombroso», apunta Fernández. Los hallazgos de los estudios de Escudero abren un nuevo escenario del que «los cervantistas más recalcitrantes reniegan».

Fernández subraya la presencia de elementos «muy aclaratorios» que permiten entender la más célebre ficción cervantina. En cualquier caso, el documental no ofrece ninguna conclusión y deja la decisión al espectador. «Depende de cada persona, de cómo lo quiera interpretar». 

El ensayo audiovisual tampoco desvela el enigma fundacional del Quijote, el del inicio de la novela, el enclave que «en un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme» esconde. Son muchos los municipios manchegos que se disputan el punto de partida de la gran novela de caballerías. «Suelen ser personas que viven en esos pueblos», apunta Fernández, los creadores de las distintas teorías, verosímiles y fundamentadas muchas de ellas. La exposición de tales argumentos dejó «convencido» al propio Fernández en más de una ocasión.

El punto final del documental es Toledo, la intersección donde «todo confluye» y a la que dirigen «todos los caminos». La esquiviana Catalina de Salazar, con quien Cervantes contrajo matrimonio, disponía de una vivienda en la ciudad, una suerte de casa de «fin de semana» que ambos visitaban antes de la partida del escritor hacia Valladolid. Aquellos años en Esquivias, además, pusieron en contacto al autor con determinadas personas que le hicieron «conocedor de cosas y ciertos acontecimientos de La Mancha», una relación que demuestran algunas escrituras sobre ventas de terrenos. 

UNA GUÍA DE VIAJES. El documental recorre la región manchega, el escenario inmortalizado en el Quijote, y se detiene en Campo de Criptana, Puerto Lápice o Venta de Borondo, una fonda que, tras su restauración, «permanece intacta».

Fernández reivindica al «patrimonio cultural de La Mancha» como el otro gran protagonista de una cinta que se concibe también «como guía turística» de una zona donde perviven lugares que aún «no conoce nadie».