Llovió muy fuerte, pero de noche y en cantidades que parece que no han hecho daño. El resultado ha sido que algunos arroyos, como los de la Rosa y la Degollada han bajado de nuevo con un abundante caudal. Ambos vienen de la zona de la Academia y recogen aguas de las zonas altas, hasta bajarlas al Tajo.
Las aguas en este caso, apuntan testigos presenciales, no han llegado a desbordarse, aunque parece que han estado a punto. Las redes sociales de la ciudad se han hecho eco de estas crecidas, y algunos vecinos, como Álex Hebraíl han avisado en las mismas a los bomberos del peligro que pueden suponer algunos desprendimientos por la zona del Valle. Cierto es que la valla de contención ha hecho su trabajo con las rocas más grandes, pero también hay pequeñas piedras en la carretera.