Cáritas de Toledo destinó 5,3 millones de euros a la atención de los más necesitados en 2023. La institución de la Iglesia atendió a 10.517 personas de forma directa en el territorio diocesano, una actividad de la que se beneficiaron hasta 23.526 ciudadanos. La respuesta de la entidad a las distintas formas de pobreza parte de «la evangelización y el acompañamiento», recuerda Mónica Moreno, secretaria general de Cáritas.

La vulnerabilidad que acecha a tantos vecinos tiene su origen, según el diagnóstico de Cáritas en su Memoria Económica de 2023, en los problemas relacionados con el coste creciente de los alimentos, la dificultad para acceder a una vivienda y una pobreza que se transmite entre generaciones. Moreno lamenta que la subida de los precios haya hecho «mella» en las personas que atienden. Además, define a los alquileres de las personas necesitadas como «un pozo sin fondo para numerosas familias». Al mismo tiempo, desde Cáritas refieren «un aumento de la pobreza heredada de padres a hijos».

La entidad contó el pasado año con 1.221 voluntarios repartidos entre las 118 parroquias que cuentan con delegaciones de la organización en la archidiócesis. El administrador de Cáritas de Toledo, Ramón Martín, detalló la presencia mayoritaria de inversores particulares en el esfuerzo de la institución. El 56% de los fondos proceden de fuentes de financiación privada; el 44% restante, del erario público, con aportes de la Junta de Comunidades, el Gobierno central, la Diputación provincial o diferentes ayuntamientos, entre otros, los de Toledo, Talavera, Illescas, Seseña o Sonseca. 

En 2023, la entidad contabilizó 675 socios y 1.519 donantes, un cifra superior a la del año anterior. Además, el programa de Empresas con Corazón reúne a 34 compañías que colaboran con la labor asistencial diocesana. Cáritas cuenta con 45 programas de atención repartidos en nueve áreas. La inversión en salud representó el primer capítulo en inversión; también fue notable el gasto en los programas de acogida y asistencia, y promoción del empleo.

PROTECCIÓN. El esfuerzo de Cáritas con las personas vulnerables trata de ofrecer soluciones a sus carestías. Entre los problemas más recientes, Moreno destaca cómo «el número de familias monoparentales sin protección está aumentando», una circunstancia cuyo impacto aumentan las «olas migratorias» que llegan a España. Este proceso de movilidad a gran escala tiene como protagonistas habituales  a las familias, un hecho que dispara las personas a atender.

Las dificultades para encontrar techo por el alza de los precios han disparado las ayudas, hasta los 600 euros mensuales en algunos casos. Además de la vivienda, «una de las grandes pobrezas es la salud mental», apunta Moreno. En Cáritas advierten un importante deterioro de la higiene mental desde la pandemia, un episodio que también quebró la estabilidad de centenares de toledanos.

Además, Moreno incide en que la evolución favorable del mercado  de trabajo no se traduce en más calidad. «Hay un empleo mucho más precario». Por otra parte, Cáritas remarca la posición desfavorable de las mujeres y los niños ante episodios violentos.

La institución diocesana celebra el Día de la Caridad en la fecha tradicional del Corpus, fiesta mayor de la ciudad. Cáritas ha instalado mesas petitorias en diferentes calles y plazas de Toledo. En los próximos días, la celebración se extenderá al resto de localidades de la provincia diocesana.