No pudo pasar del empate un Illescas que encadena ya diez encuentros sin ganar y que no pudo certificar con un triunfo una permanencia matemática que tiene encaminada virtualmente, aunque una carambola inesperada puede darle un disgusto en la última jornada.
El conjunto illescano, ante un rival ya salvado y que tiene intención de alcanzar los puestos que permiten jugar la Copa del Rey, esperó replegado en campo propio a sabiendas de que Borona y Javi Feria eran buenas bazas ofensivas con espacio por delante. De hecho, fue Javi Feria el primero que puso a prueba los guantes de Robador. El segundo fue Mingo, que lanzó un potente libre directo que obligó a intervenir, de nuevo, al guardameta portugués. El Illescas, a medida que pasaron los minutos del primer periodo, empezó a crecer con el balón y fue muy superior por momentos a un Cacereño que no terminaba de encontrarse cómodo en el partido.
Con el paso de los minutos, las imprecisiones y el desgaste fueron apareciendo con mayor frecuencia y solo se atisbaron pequeños destellos de Javi Feria y Diego, pero ninguno de ellos puso en serios aprietos a ninguno de los dos porteros.
La segunda parte no pudo empezar peor para los intereses de la escuadra cacereña. Clausí, el estandarte del equipo de Julio Cobos, se rompió al tratar de cortar un contragolpe de los pupilos de Pablo Nozal. Supuso un duro varapalo para un Cacereño que vio cómo se le lesionaban los dos pivotes en apenas diez minutos.
Pero más allá de replegarse, el conjunto extremeño decidió instalar a Sarmiento, que salió por Clausí, en la base de la jugada y eso le dio una salida de balón fluida a los hombres de Cobos, aunque el Illescas supo leer el partido y acertó a presionar esa salida de balón, forzando pérdidas y generando alguna llegada de peligro. Reseñable fue una internada por la banda derecha de Edu Viaña, que superó claramente en velocidad a Lobato, pero Javi Feria no consiguió embocar la pelota en el segundo palo.
Las ocasiones se sucedieron a cuentagotas y, más allá de un gol bien anulado a Tellechea por mano, el peligro fue más sentido en el ambiente que plasmado en el terreno de juego.
El Municipal de Illescas, llegado el minuto 80, estalló en júbilo a sabiendas de que los resultados que se iban dando dejaban a su equipo a tres puntos del playout a falta de una jornada. Solamente una carambola improbable, pero no imposible, abocaría al descenso a los hombres de Pablo Nozal, que llegaron a ser líderes en su primer año en la categoría. Puntuando en Segovia, ante una Gimnástica que se juega el ascenso directo, evitaría cualquier disgusto.