Azucaica recibe la Navidad con mucho color, artesanía y colaboración. A partir de las cuatro de la tarde comienza la colocación en la plaza del barrio de un árbol de ganchillo, un cono de unos cuatro metros con veinte centímetros de altura, por seis y medio de circunferencia.
La artesanía es fruto del trabajo que un grupo de 19 voluntarias (todas mujeres salvo un niño) que desde marzo llevan tejiendo toda la lana que les han cedido en el barrio para decorar la plaza estos días. Es un árbol de muchos colores, elaborado a base de grannys de 16 por 16 centímetros, las composiciones clásicas que hacías muchas abuelas, pero de esta vez de múltiples colores. Todas ellas perfiladas en verde para su unión.
Además del árbol, el grupo también ha preparado unas cadenetas con campana y estrellas para decorar la plaza. Igualmente, habrá a sus pies regalos de ganchillo, cajas de cartón forradas con el trabajo de estas voluntarias.
Azucaica viste de ganchillo por NavidadA partir de la colocación, el próximo viernes el Ayuntamiento iluminará esta artesanía multicolor con dos focos. No hará falta más, apunta Raquel García, una de las voluntarias, porque dado el colorido de la lana, no se necesitan más complementos, con que esté iluminado será suficiente.
Amistad y diversión. Todo surgió de un grupo de mujeres que buscaban algo que hacer por la tarde, compartir ratos de amigas, pasarlo bien y de paso hacer algo por el barrio. Pusieron carteles, se juntaron más y una vez reunidas, decidieron comenzar a tejer ganchillo por la tarde. A sus encuentros van mujeres de todas las edades, incluso niños. Entre todas, explica García, estudiaron varios proyectos y decidieron hacer este árbol de ganchillo, que han podido elaborar sin gastarse dinero. Colocaron carteles por el barrio y les han donado muchísima lana, no han necesitado poner dinero, «ha colaborado todo el barrio dándonos lana, lanas usadas, lanas nuevas, han respondido muy bien». Lo único comprado es el verde de los remates, regalo de la Asociación de Vecinos La Candelaria.
El trabajo comenzó el 20 de marzo, y el árbol estaba acabado a principios de octubre. Las voluntarias elaboraron los grannys y después las cosieron en tiras de cuatro metros. Una vez se montó el árbol, se cosió a una malla de plástico, que después de ha unido a una estructura de hierro.
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Tras la experiencia, las mujeres tienen la intención de continuar. De cara a febrero, ya están preparando para la Candelaria los banderines para la fiesta. La idea es sustituir los típicos de plástico por los de ganchillo. Y la cosa seguro que no queda ahí. Porque el grupo tiene pensado ya hacer unos parasoles para la plaza de cara al verano, si el Ayuntamiento da el visto bueno. La idea es seguir trabajando y pasarlo bien, que el grupo y la amistad continúe, «queremos hacer todo para el barrio, tenemos muchos proyectos si el Ayuntamiento nos va dejando».