La exoneración de pasivo insatisfecho y el concurso sin masa; el procedimiento especial de microempresas; la venta de la unidad productiva, presupuestos y efectos; y la jurisprudencia en los planes de reestructuración son los cuatro asuntos que han tratado este viernes por la mañana en la Jornada Procedimientos de Insolvencia y Societario 2024, organizada por la Cámara de Comercio de Toledo y su Corte de Arbitraje y Mediación.
La Jornada, desarrollada en el Vivero de Empresas de la Cámara, ha contado en su inauguración con la presidenta de la misma, María de los Ángeles Martínez, y con el presidente de la Audiencia Provincial de Toledo, Ramón Brigidano, que ha vuelto a insistir en la puesta en marcha de un segundo juzgado de la Mercantil.
Martínez apuntó que «es imprescindible que el marco regulatorio continúe evolucionando, para que el sistema concursal en España sea más eficaz, justo y transparente». La clave es que las empresas no lleguen a una situación de insolvencia, para lo que ve necesario una actividad proactiva a la hora de detectar problemas y afrontarlos, pero también habrá que dotar a las empresas españolas de un marco favorable para su crecimiento y desarrollo. La Cámara de Comercio de Toledo está trabajando para ofrecer nuevos servicios dirigidos a formar y orientar al empresario para acercar las soluciones a la insolvencia, para evitar la desaparición de empresas viables.
Por su parte, Brigidano, juez de la Sección Primera (de lo Mercantil) de la Audiencia Provincial apuntó que su Sección tiene «un terrible aplastamiento en la entrada de asuntos». Quizás por eso, llegan pocos asuntos concursales. Por eso y porque en un proceso ordinario «en los plazos que tiene la audiencia nos ponemos en dos años fácilmente, y al final las empresas no se plantean la apelación». De lo que llega más de un setenta por ciento son condenas en la calificación.
El problema es que según los datos del Consejo General del Poder Judicial, el Mercantil de Toledo es el segundo más sobrecargado, «porque se lleva un ritmo de entrada desbordante». De ahí que «habría que crear un segundo juzgado, unos se dedicaría al aspecto Concursal y otro al Mercantil, una cosa razonable, también haría falta una estructura estable entre los funcionarios, porque hay que dar una solución a las empresas que tienen problemas».