El futuro del cuartel que alberga la comandancia de la Guardia Civil en la capital regional se definirá en los «próximos meses», según ha explicado el director general de la Benemérita, Leonardo Marcos, durante su visita a Toledo. El Instituto Armado trabaja «en ese tema»con los diferentes niveles de la administración pública y cree que en próximas fechas dispondrá de «una programación más detallada» sobre las posibilidades de ubicación para la deseada dotación y los plazos aproximados para su construcción.

La problemática relacionada con la sede es una cuestión «que tendremos que abordar en cuanto sea posible», subraya Marcos. «Todas las administraciones están muy interesadas en que la Guardia Civil esté instalada de la mejor forma posible en la zona», apunta el responsable del cuerpo de seguridad, quien agradece las diferentes propuestas recibidas para el emplazamiento del cuartel. Tanto el volumen de ofrecimientos como la disponibilidad mostrada en favor de una solución rápida constatan el «interés» de todos los estamentos públicos «por facilitarnos la ubicación más operativa».

Marcos no hizo ninguna referencia a los espacios que se han apuntado como probables. La elección de la Peraleda, el terreno consensuado durante la anterior legislatura, se antoja improbable después de que un informe técnico confirmara tanto su condición de zona inundable como las afectaciones que generaría sobre el cono visual de la ciudad. El traslado al Polígono o la renovación del cercano hospital Virgen de la Salud son otras dos alternativas, aunque el director general de la Benemérita no señaló preferencia alguna y se limitó a recordar que «hay varias opciones» encima de la mesa.

La elección, insisten desde la Guardia Civil, valorará como aspecto fundamental la calidad de la prestación del servicio público para los ciudadanos. «Nos ubicaremos donde las administraciones nos faciliten la mejor sede operativa», dice Marcos.

CRONOLOGÍA. A finales de noviembre de 2023, se desvelaron los inconvenientes que el terreno de la Peraleda ofrecía al futuro cuartel de la Guardia Civil en Toledo. Dos aspectos fundamentales, la inundabilidad de una zona ribereña y el impacto sobre la panorámica de la ciudad monumental, desaconsejaron su emplazamiento. Días después, la Junta de Comunidades -a través de la Consejería de Fomento- ofreció dos parcelas públicas en el barrio del Polígono, un espacio que respondía a las necesidades del Instituto Armado y que el Ayuntamiento entendía adecuado.

Sin embargo, el 1 de diciembre se canceló una reunión prevista entre la Delegación del Gobierno, la Junta y el Ayuntamiento para abordar este asunto. Desde entonces, el proyecto permanece paralizado.