Javier Ruiz

LA FORTUNA CON SESO

Javier Ruiz


El error y la mentira

10/10/2024

Estos días se produce en el ruedo ibérico un interesante debate a cuenta de la liberación de presos etarras tras la modificación de un texto legal que ha sido votado por todos los partidos de la Cámara. El debate que veo en los medios abierto en canal es si ha de castigarse con mayor dureza el error o la mentira. Llegados a este punto, uno considera encontrarse en el Bajo Imperio tardorromano, cuando las costumbres se relajaron hasta el punto de que a los bárbaros sólo les bastó con llamar a la puerta. Cómo sería la decadencia que hasta Alarico se dio un paseo en el 410, saqueó Roma y luego volvió a dejarla con sus miserias hasta el 476. Ahora los tiempos no duran tanto y van a velocidad del rayo. Nuestro país, reflejo de las miserias de quienes lo habitamos, ya no aguanta más ante el espejo y se derruye con sólo mirarlo.

Naturalmente que es doloso y ha de ser castigado el error. Básicamente, porque es la garantía de que no vuelva a repetirse y aprender al menos de lo ocurrido. Siempre tendemos a ver lo positivo y si agradezco algo a los deslices que cometí en la vida, es que me hicieron más fuerte. La complacencia y el acierto actúan de somnífero y placebo, mas terminan cayendo en la irrelevancia. El error, sin embargo, a los listos los hace más fuertes y perdura en el tiempo. Porque saben ya de sus consecuencias y se refuerzan para evitarlas. Bien es cierto que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Desde Sísifo en la montaña estamos condenados a elevarla sobre los hombros y dejarla caer desde la cima. Pero eso es una cosa y la mentira, otra.

Nos hemos acostumbrado a vivir con un Gobierno que vive del canguelo hacia sus socios y la mentira para los ciudadanos. Esto, que ya es grave, no lo es tanto si miramos la vesania del debate establecido. Hay quien quisiera echar todas las culpas a la oposición de lo ocurrido, como si la envergadura moral del error fuera peor que la de la mentira. Esto ya sí que son palabras mayores y decanta definitivamente el triunfo de la postverdad. Cuando se admite de manera abierta que es preferible la mentira y el trilerismo frente al error, abandonad toda esperanza. Legitimamos un gobierno que miente, retuerce y mercadea sin escrúpulos por permanecer en la Moncloa. Aun sacando los etarras a la calle y despreciando a las víctimas. Esas mismas que juraron no vengarse porque creyeron en el Estado y su justicia. ¿Hasta dónde hemos llegado?

Los años que vivimos peligrosamente nos dejarán una herencia envenenada, sin retorno, emponzoñada. De qué vale un sistema si se revierte contra el hombre. Para qué pago impuestos si ni siquiera tengo una casa. Los jóvenes escribirán otro país muy distinto al que reciben. La caja de los males de la patria ya se ha abierto como los vientos de Pandora. El huracán se acerca a España.

ARCHIVADO EN: Roma, Moncloa, España