Toledo se ha consolidado como la capital del misterio en España, concentrando el mayor número de fenómenos paranormales registrados en todo el país. Así lo revela un reciente estudio realizado a 3.000 personas que ha llevado a cabo una empresa de entretenimiento con motivo de Halloween, situando la provincia castellanomanchega en el epicentro de lo sobrenatural.
Según los datos de la encuesta, Toledo acumula el 4% de los casos paranormales reportados a nivel nacional, destacando por encima de otras provincias. A nivel intracomunitario, Toledo agrupa el 39% de todos los sucesos sobrenaturales registrados, seguida por Ciudad Real (25%), Guadalajara (19%), Albacete (11%) y Cuenca (6%). Esto sitúa a Castilla-La Mancha como la Comunidad Autónoma con mayor número de actividades paranormales registradas en la encuesta, con un 35%.
En el panorama nacional, Galicia (32%) y Andalucía (31%) siguen de cerca a Castilla-La Mancha en lo que respecta a este tipo de fenómenos. En el extremo opuesto, Baleares y Navarra registran los menores porcentajes de actividad paranormal, con solo un 19%.
En el ránking de eventos paranormales datados en Castilla-La Mancha la encuesta recoge que un 58% de estos fenómenos se basan en ruidos inexplicables; un 28 % en la sensación de sentirse observado; un 20 % la presencia de apariciones; un 13 % la ubicación de objetos que se mueven sin explicación; un 10 % los cambios de temperatura bruscos en zonas muy concretas y un 3 % para otros motivos.
A pesar de liderar en fenómenos paranormales, Castilla-La Mancha sorprende por su baja tasa de superstición, siendo la segunda comunidad menos supersticiosa del ranking. Con solo un 18% de sus habitantes afirmando creer en estas prácticas, se sitúa a la par con el País Vasco y Asturias. Sin embargo, un 32% de los encuestados admite que, aunque no se considera supersticioso, realiza actos como tocar madera o evitar pasar por debajo de escaleras «por si acaso».
El psicólogo y profesor de intervención sociocomunitaria, Joan Gea, explica en una entrevista que las supersticiones y creencias sobrenaturales permiten a las personas gestionar el miedo y la incertidumbre de la vida, proporcionando explicaciones simples a lo inexplicable. «Estas creencias están arraigadas en nuestra cultura, por lo que buscamos sesgos cognitivos, como el de confirmación, para reforzar y mantenerlas vivas» señala.
El estudio ha sido realizado a partir de una encuesta a 3.000 personas en toda España, centrada en sus creencias en supersticiones y fenómenos sobrenaturales, así como en sus hábitos automáticos y experiencias personales relacionadas con lo paranormal. Los porcentajes reflejan la proporción de respuestas obtenidas en cada categoría. Para asegurar la integridad de los resultados, se han eliminado las respuestas de aquellas comunidades autónomas que no han llegado al mínimo de 100 respuestas.