Inmigración, Vivienda, Sanidad y financiación autonómica. Esos son los temas que tratarán hoy el Gobierno y los líderes autonómicos en una Conferencia de Presidentes que lleva más de dos años sin celebrarse, desde que la isla de La Palma acogiese la última en marzo de 2022. Una tardanza que llevó a los gobiernos regionales liderados por el PP a acudir incluso a los tribunales para exigir a Moncloa su convocatoria. Y es que tras el momento de apogeo que vivió durante la pandemia, cuando se llegaron a celebrar hasta 17 encuentros, la mayor parte de ellos por videoconferencia, este órgano fue relegado al olvido por el Ejecutivo que, paradójicamente, se sacó de la manga una ronda de contactos bilaterales con los presidentes autonómicos en busca, eso pareció, de un 'divide y vencerás' que no acabó de salirle a Sánchez como esperaba.
No fue ésta la única polémica en torno a una cita que nació en 2004 como un símbolo de diálogo institucional. El orden del día también sirvió de arma arrojadiza entre Moncloa y las comunidades después de que el Ejecutivo se enrocase en que la cita solo debía servir para tratar la Vivienda, un tema que el Gabinete de Pedro Sánchez define como el "gran desafío" de la legislatura. Para las autonomías, sin embargo, existen asuntos que, como mínimo, tienen la misma importancia y requieren idéntica urgencia en su resolución, como la inmigración, con la acogida de menores migrantes no acompañados como punta del iceberg del problema; o la Sanidad, amenazada según las regiones por la falta de profesionales. Sin olvidar, por supuesto, la gran sombra que cubre irremediablemente este foro: la financiación autonómica, tocada casi de muerte en sus principios más básicos, igualdad y solidaridad territorial, tras el pacto entre el PSC y ERC que incluye la financiación singular de Cataluña. Finalmente, el Gobierno cedió y estos temas aparecen en una agenda que requiere de diálogo y voluntad política para salir del papel y convertirse en acuerdos que, de verdad, beneficien a los territorios y a sus ciudadanos. Con un escenario político marcado por la polarización, se antoja complicado.
Aunque el consenso figure muy lejano en el horizonte, lo que es evidentes es que los presidentes tienen hoy la oportunidad de expresar sus opiniones en un momento político en el que los socios independentistas del Gobierno aprietan cada día a Moncloa con exigencias cada vez más insolidarias y discriminatorias con el resto de las regiones. Aunque el propio formato de la Conferencia, que engarza monólogos sin que se sepa si el resto está prestando atención, aleja la opción del debate real, este foro constituye una oportunidad de oro para alzar la voz. Y no debería desperdiciarse, sobre todo por aquellas Comunidades especialmente maltratadas desde Moncloa. Además, visto lo ocurrido desde marzo de 2022, mejor hablar ahora que se puede, ya que no se sabe cuándo volverá a tener lugar una cita multilateral como esta.