El proyecto del Parque del Granadal va tomando forma administrativa, el paso previo a su ejecución, que comenzará los próximos meses una vez que se realice el proyecto, el estudio de seguridad y de salud y se adjudique la obra en una de las zonas más vistosas y sensibles de la ciudad. Se trata de una de las puertas al Casco Histórico que lleva años pidiendo la mejora del rodadero y una buena inversión para recuperar la biodiversidad de la zona e integrar las ruinas del convento de San Pablo, abandonadas a su suerte desde hace años sin más.
Sin embargo, la posibilidad de actualizar y poner en valor el Parque de Granadal con fondos europeos conseguirá dar otra vida a esos 6.572 metros cuadrados de superficie que se extienden bajo el Palacio de Congresos y rodean las ruinas de este antiguo edificio religioso cuya construcción comenzó en el año 1229, aunque años antes ya se conocía que la zona mantenía una iglesia. Según fuentes históricas, fue Fernando III El Santo el adalid del convento al permutar con el cabildo de la Catedral los terrenos para que la orden de los dominicos pudiera levantarlo en este huerto de granados y allí permaneció hasta 1407, cuando la orden se mudó al convento de San Pedro Mártir.
A pesar de tratarse de una zona de gran tránsito de turistas y toledanos, las ruinas de este antiguo convento permanecen abandonadas y envueltas en cierto anonimato, con lo que el equipo de Gobierno actual ha visto la posibilidad de recuperar, dignificar y dar uso a los restos dentro de este proyecto integral que dispone de un presupuesto de 700.000 euros, subvencionado por los fondos 'Next Generation' dentro del Plan de Sostenibilidad Turística de la ciudad.
Recreación del proyecto de las ruinas del convento. En la parte baja aparecen mesas y sillas - Foto: LTSe desconocen los detalles de la puesta en valor de las ruinas, pero en el pliego de condiciones para la redacción del proyecto se propone «la dotación de los puntos de conexión a las infraestructuras urbanas» con el objetivo de recuperarlas y «habilitarlas para un posible uso público». En este caso, el pliego incluye una foto con mesas y sillas en la zona baja de las ruinas que podría plantear una futura iniciativa hostelera.
Sobre este proyecto, el portavoz del Ayuntamiento, Juan José Alcalde, avanzó esta mañana que el proyecto incluirá la puesta en valor y adaptación de las ruinas del convento, que se convertirán en un atractivo patrimonial más en la ciudad y dispondrá de un recorrido explicativo que podría incluir información sobre el uso de este antiguo edificio que fue casa de labranza tras las desamortizaciones.
Todavía no se baraja una fecha para el inicio de la intervención, pero Alcalde explicó que las obras se realizarán en tres fases y la primera de ellas, relativa al proyecto, cuenta con una duración de tres meses, y parte con un presupuesto de 35.000 euros. La urgencia de la la actuación ha motivado la celebración de una Junta de Gobierno extraordinaria el pasado viernes, con más asuntos, ya que las obras vinculadas a proyectos europeos exigen un cumplimiento de plazos muy estricto.
Al hilo de este proyecto, el portavoz municipal recordó que el Ayuntamiento disponía «del dinero» a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, y remarcó que a pesar de la financiación el anterior equipo de Gobierno, no elaboró el proyecto de recuperación del Granadal.
La intervención. Uno de los principales objetivos plantea el aprovechamiento de la ladera que sube tras las ruinas del convento que encaja con la posibilidad de convertirla en «un espacio estancial para disfrutar las vistas del Tajo menos conocidas de Toledo».
Por tanto, se propone la restauración de la zona verde con el cultivo del membrillo, olivo y mirtilos, cultivos asociados al granado, que da origen al nombre de esta zona a los pies del Casco . Además, incluirá romero, tomillo y lavanda, como plantas aromáticas que terminen de armonizar el paisaje. Además, en la parte media de la ladera se plantea como espacio estancial para los visitantes aprovechando la orografía natural del terreno, donde los turistas y toledanos podrán disfrutar de las vistas, comer o descansar aprovechando el espacio.
El proyecto, que incluye unos baños públicos, también pondrá especial atención a la parte alta de la ladera, distribuida en tres terrazas para plantar árboles o arbustos con un doble objetivo, ganar en frescor y humedad y contener el terreno. Además, también se actuará rebajando el terraplén tras las ruinas del convento, que actualmente tiene una pendiente muy pronunciada.
La intervención incluirá también la reparación de los muros afectados en la calle Gerardo Lobo y el reacondicionamiento de los pavimentos colindantes a las ruinas del convento, degradados a causa de los efectos meteorológicos adversos.
Prácticamente al mismo tiempo, Alcalde subrayó que se acometerán dos obras de mejora del entorno del río Tajo para ampliar la zona verde y ajardinarla cerca del Puente de San Martín, que aún no tienen proyecto y «obligan a correr» porque también disponen de fondos europeos y deben estar finalizadas a 31 de diciembre.