«Sin paisaje no hay patrimonio, ni identidad ciudadana, ni sostenibilidad ambiental». Con estas palabras finalizó Antonio Zárate, catedrático de Geografía Humana, fundador de la plataforma ‘Toledo: Sociedad, patrimonio y cultura’, su conferencia Toledo: el paisaje como factor necesario para la conservación del patrimonio y su puesta en valor, pronunciada el pasado sábado dentro de la III Conferencia Internacional Online organizada por Icomos-Perú.

En ella destacó -lo mismo que Francesco Bandarin, exdirector del Centro de Patrimonio Mundial de la UNESCO- el creciente compromiso de Icomos por hacer partícipe a la sociedad civil (no solo a sus gobernantes) en la defensa de sus bienes patrimoniales. «Las autoridades locales muchas veces están entusiasmadas por conseguir que su enclave sea Patrimonio de la Humanidad, pero ¿qué pasa con el mantenimiento y la conservación de sus valores patrimoniales?».

Zárate compartió con los asistentes a esta conferencia virtual la importancia histórica y patrimonial de Toledo y de sus paisajes culturales, incluidas las vegas, con referentes tan destacados como el Cigarral del Ángel. También puso el acento sobre la importancia del río. «El Tajo es el todo. Es el hacedor de los paisajes y de la historia. Toledo se construye sobre el Tajo».

El catedrático explicó brevemente los antecedentes de la legislación española en relación con los paisajes históricos -como la especificación de «conjuntos y sitios» en una fecha tan temprana como 1926, o el concepto de «conjuntos histórico-artísticos» en la Ley del Tesoro Artístico de 13 de mayo de 1933- y manifestó la necesidad de preservar las zonas de protección de dichos paisajes. «Unesco no entiende Toledo sin su paisaje», añadió, advirtiendo de la «amenaza» que supone para la ciudad «el urbanismo especulativo».